Ibercaja inaugura en Sevilla la exposición “Mudéjar”, un interesante viaje a la España medieval, a través de los monumentos, el arte y la vida cotidiana de los mudéjares, musulmanes que coexistían con los cristianos tras la reconquista. La muestra puede contemplarse del 26 de enero al 17 de febrero en el Museo de Carruajes, con la colaboración del Real Club de Enganches de Andalucía.
La exposición se compone de más de sesenta piezas, fechadas entre los siglos XIII y XVI. Se incluyen documentos, elementos de cerámica de aplicación arquitectónica, como los discos, fustes y estrellas, tan característicos de torres y edificios mudéjares, azulejos, piezas de vajilla de uso común, mobiliario de madera y manuscritos aljamiados.
Los comisarios de la muestra son los profesores de Historia de Arte de la Universidad de Zaragoza, Gonzalo Borrás, Esteban Sarasa e Isabel Álvaro. El objetivo de la exposición no es mostrar exclusivamente el fenómeno artístico mudéjar, sino dar a conocer una época y una forma de vida que abarcaba prácticamente toda la geografía española.
Los elementos que reúne la exposición pertenecen al mudéjar aragonés. El arte Mudéjar Aragonés fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2001; de esta manera, la UNESCO extendió a toda la Comunidad el reconocimiento que en 1986 realizó al mudéjar turolense. Las piezas proceden del Museo de Bellas Artes de Zaragoza, Museo Provincial de Teruel, Museo Etnológico de Muel (Zaragoza), Museo de Cerámica de Barcelona, además de archivos, iglesias y colecciones particulares
Los objetos se muestran integrados en espacios que reproducen arquitecturas y ambientes de la época y van acompañados de paneles explicativos.
Esta exposición, que está recorriendo otras ciudades de la zona de actuación de Ibercaja, es la segunda muestra que la entidad trae a la ciudad andaluza; en el año 2001, los sevillanos pudieron disfrutar con “La Mirada de Goya”, exposición que reunía un autorretrato del artista aragonés y una selección de grabados.
ARTE Y CULTURA MUDÉJAR
Según escribe el profesor Gonzalo Borrás “El arte mudéjar es el resultado de la confluencia de dos tradiciones artísticas, la islámica y la cristiana, un encuentro que da lugar a una expresión artística nueva y diferente de los elementos islámicos y cristianos que la integran... el mudéjar constituye la manifestación artística más genuina de la España cristiana medieval, la auténtica expresión del pensamiento plástico de una sociedad en la que conviven cristianos, mudéjares y judíos”. Además de una manifestación artística, el mudéjar es la expresión de una forma de vida forjada en el curso de ocho siglos de coexistencia de árabes y cristianos en la península Ibérica.
La exposición está distribuida siete ámbitos temáticos, que facilitan y hace más didáctica la visita. En primer lugar “La sociedad Mudéjar” una sección introductoria en la que se muestran documentos de diferente índole fechados en los siglos XIII, XIV y XV.
El segundo ámbito, El Arte Mudéjar, muestra ejemplos de planos y construcciones de monumentos mudéjares, modelos de materiales que se utilizaban en la construcción y una ventana de yeso tallado del siglo XIV, entre otras piezas.
El tercer apartado corresponde a la Cerámica de aplicación arquitectónica tan característica de la decoración mudéjar. El visitante podrá contemplar gran variedad de discos, fustes y estrellas de ocho puntas vidriadas que se aplicaban en las torres y en otras construcciones mudéjares, además de una selección de azulejos esmaltados para el suelo o las paredes.
Vajilla y Cerámica común ocupan los siguientes ámbitos de la exposición. Se muestra una interesante selección de piezas de cerámica decorada que eran utilizadas como vajilla: platos, escudillas, cuencos, jarros y cerámica común de ajuar de cocina, tinajas, ollas, cántaros, etc.
El mobiliario ocupa el sexto ámbito de la muestra: un bello escritorio de taracea, del siglo XVI, realizado en nogal, pino, boj y hueso; la parte inferior de un mueble, también decorado en taracea en los frontales, y un banco de madera de nogal, con decoración de tracería tallada.
El séptimo ámbito es el dedicado a la Lengua y religión. Reúne bellos ejemplos de manuscritos de los siglos XV y XVI en literatura aljamiada y en árabe, como fragmentos de un Corán, textos jurídicos religiosos y un Devocionario.
LIBRO-CATÁLOGO
El catálogo que Ibercaja ha editado con motivo de la muestra es un magnífico libro de consulta para estudiosos y personas interesadas en el arte y la sociedad mudéjar. Reproduce la totalidad de las obras expuestas, con su ficha técnica, y contiene siete artículos de profesores de la Universidad de Zaragoza especializados en el medioevo.
Esteban Sarasa, escribe sobre “La sociedad mudéjar” y “Las morerías” ; Gonzalo Borrás, “El arte mudéjar”; María Isabel Álvaro Zamora, “Las artes decorativas mudéjares” y “Las casas mudéjares”; María José Cervera Fras “Lengua y religión de los mudéjares aragoneses” y Carmen Abad Zardoya, escribe sobre “Cultura gastronómica mudéjar”.
“LOS QUE SE QUEDARON”
El término mudéjar (del árabe mudayyan, que significa sometidos o “los que se quedaron"), es un vocablo utilizado por los historiadores para referirse a los árabes sometidos en la reconquista española, que permanecen en territorio cristiano, conservando su religión, cultura, costumbres y un status jurídico propio. Todo ello a cambio de mantener un régimen tributario especial, de evitar la promiscuidad con los de la religión mayoritaria y, en muchos casos, de permanecer recluidos en sus barrios.
Según el profesor Esteban Sarasa, lo más destacable de la presencia de los mudéjares en los reinos cristianos surgidos tras la reconquista, fue su contribución a la economía productiva de los estados peninsulares –en los que mantuvieron una notable presencia hasta el final de la Edad Media (Aragón, la Cataluña del Ebro, Valencia o Murcia) y aún después como moriscos- así como las manifestaciones artísticas salidas de sus manos artesanas y las edificaciones civiles y religiosas derivadas del buen conocimiento del uso y combinación de elementos constructivos y decorativos.
El mudéjar encontró su máxima expresión en la arquitectura, pero otras manifestaciones artísticas demuestran su capacidad de síntesis creativa: azulejos para revestimientos murales, tejidos, arquetas de metal o marfil y trabajos de cuero. Estas formas artísticas alcanzaron gran popularidad en los siglos XIV y XV, cuando reyes y nobles decoraban el interior de sus casas o palacios con ornamentos del más puro estilo andalusí.
MUDÉJAR ARAGONÉS
El arte Mudéjar Aragonés fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2001, de esta manera, la UNESCO extendió a toda la Comunidad el reconocimiento que en 1986 realizó al mudéjar turolense. El mudéjar aragonés es un arte excepcional, reflejo de un momento histórico (siglos XII-XVII), en el que en suelo aragonés convivieron tres culturas, la cristiana, la islámica y la judía.
En su declaración el Comité de Patrimonio Mundial consideró al mudéjar aragonés “un bien singular e irremplazable para la humanidad” y puso como ejemplo de la importancia de este patrimonio histórico y cultural seis edificios: La Aljafería, La Seo, la iglesia de san Pablo, en Zaragoza capital; la Colegiata de Santa María de Calatayud, la Iglesia de Cervera de la Cañada y la de Tobed, en la provincia de Zaragoza.
Se cree que en Aragón la convivencia fue más respetuosa que en otras zonas de la Península Ibérica y este ambiente de paz y respeto dio como resultado la realización en territorio aragonés del mayor número de obras mudéjares de la península. El Mudejar aragonés es una arte unitario que usó masivamente el ladrillo y la cerámica, salida siempre de los magníficos talleres locales, pero a la vez es un arte variado, con una gran diversidad de tipologías únicas en el mundo.
Se crearon obras de la más variada índole, arquitectura, pintura, yesería, orfebrería y madera, de las que se conservan numerosos ejemplos representativos que reflejan la importancia del fenómeno mudéjar como hecho histórico y cultural. En total existen en Aragón cerca de 160 monumentos, la mayor parte concentrados en la provincia de Zaragoza, aunque también muy numerosos en Huesca y especialmente en Teruel.