(ZARAGOZA, 23 FEBRERO)- Hasta el 16 de abril puede contemplarse en la sede de Ibercaja (San Ignacio de Loyola, 16) una gran exposición del genial y mítico artista, Salvador Dalí (1904-1989). La muestra se compone de cerca de 140 piezas, realizadas, aproximadamente, entre 1915 y 1981, periodo que abarca la totalidad de su trayectoria artística.
Todas las obras proceden de colecciones particulares. Se muestran quince pinturas, veintiséis dibujos, veintitrés esculturas y más de setenta grabados, además de un libro ilustrado por Dalí, fechado en 1975, y de medio centenar de fotografías con escenas de la vida del genio.
La comisaria de la exposición es Martine Soria que ha contado con la colaboración de Robert Descharnes, especialista en la figura y la obra de Salvador Dalí. Ambos han realizado una rigurosa selección de piezas con el objetivo de ofrecer al espectador una visión de conjunto de la intensa y multidisciplinar labor de Dalí como artista plástico.
Representante estelar del surrealismo, Salvador Dalí fue pintor, dibujante, escritor, poeta, escultor, dramaturgo, grabador, escenógrafo, orfebre, cineasta y una de las personalidades más significativas y provocadoras del arte del siglo XX. La obra de Dalí representa más de sesenta años de actividad artística bajo formas diversas que a menudo se solapan, se recortan y se acumulan.
Para la Obra Social y Cultural de Ibercaja es un motivo de satisfacción traer a Zaragoza esta muestra de uno de los referentes artísticos del pasado siglo a nivel mundial. El Centro de Exposiciones y Congresos de Ibercaja ya ha acogido en alguna ocasión piezas de Salvador Dalí como parte de exposiciones colectivas sobre arte contemporáneo, pero esta es la primera vez que la entidad acoge una exposición individual. La muestra “DALÍ” abre en Zaragoza una itinerancia que le llevará en los próximos meses a diversas ciudades españolas de la mano de otras Cajas de Ahorros.
DIVERSIDAD DE TÉCNICAS
Con la intención de ofrecer al espectador una visión de conjunto de la obra de Salvador Dalí desde sus inicios hasta el final de su carrera, la exposición reúne cerca de 140 piezas, entre pinturas, dibujos, esculturas y grabados, creadas entre 1915 (fecha aproximada) y 1981.
Los quince óleos que se incluyen en la muestra están realizados sobre lienzo, cartón, tabla y madera, y fueron creados entre los años 1915 y 1974, desde su infancia hasta su madurez. El pequeño cuadro “Paisaje de Cadaqués desde la terraza de la casa familiar”, realizado alrededor de 1915 (en el cuadro no figura la fecha), cuando el artista era todavía un niño, es la pieza más antigua de la exposición.
El visitante podrá contemplar también veintiséis dibujos, realizados con las más variadas técnicas: gouache, tinta china, lápiz, carboncillo y aguada sobre diversos soportes. Las veintitrés esculturas que integran la exposición están realizadas entre 1955 y 1981; son piezas creadas en bronce patinado y cera de fundición roja. La escultura de bronce “El Minotauro”, de 1981, es una de las obras más recientes que presenta la muestra.
Más de setenta estampas grabadas, componen la tercera parte de la exposición; aquí se incluyen las 43 ilustraciones para los Cantos de Maldoror de Lautéamont (Isidore Ducasse 1846-1870) realizadas en 1934. Completan la exposición, el libro “Todo Dalí en un rostro”, de 1975, y una colección de medio centenar de fotografías en blanco y negro y en color, tomadas entre 1954 a 1983. Las fotografías recogen escenas de la vida de Salvador Dalí, muchas de ellas en Port Lligat (Gerona), donde residía varios meses al año, y en otros puntos de la costa Brava.
EL UNIVERSO DE DALÍ
“Prodigioso escenógrafo de sí mismo, - escribe Martine Soria- pintor en el que la frontera entre sinceridad y simulación, entre persona y personaje, siempre ha sido difícil de trazar, la obra de Salvador Dalí, inmensa y prolífica está considerada como una de las más audaces y consumadas de toda la pintura surrealista”.
Su genialidad se expresó en otros ámbitos además de la pintura, como en la escultura, el diseño de muebles, joyas y los “Ready-made”, además de decorados y trajes para teatro. El punto en común de todas estas expresiones, fue su famoso método que calificó como “paranoico-crítico”, que él mismo definía como “método espontáneo de conocimiento irracional basado en la objetivación crítica sistemática de asociaciones e interpretaciones de fenómenos delirantes”.
En los años treinta, André Breton subrayaba su poder de creación. Dalí –escribía– supo dotar “al surrealismo de un instrumento de primerísimo orden, en este caso, el método paranoico-crítico, y enseguida demostró que era capaz de aplicarlo a la pintura, a la poesía, al cine, a la fabricación de objetos surrealistas típicos, a la moda, a la escultura, a la historia del arte e incluso, llegado el caso, a cualquier especie de exégesis".
Provocador y brillante, Dalí reproduce sus visiones en sus pinturas, comparte con el público sus obsesiones, sus invenciones oníricas. “La diferencia entre los surrealistas y yo –decía– es que ¡yo soy surrealista!. Y lo demostró consagrando sus delirios estéticos a los estudios más sorprendentes de su época, desde los trabajos sobre la óptica y la imagen estereoscópica hasta las obras de los maestros del Pop-Art, el Op-Art e incluso del Arte Minimalista. “Porque la obra de Dalí es, ante todo, -afirma Robert Descarnes, colaborador en la muestra - el fruto de la inteligencia y el conocimiento”.
ARTISTA DESDE LA INFANCIA
Salvador Dalí nació el 11 de marzo de 1904 en Figueras (Gerona). Desde muy joven demostró su disposición para la pintura. Su primer cuadro, un paisaje, data de 1910. Con 17 años dejó Cataluña y se fue a Madrid para ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, de donde fue expulsado en 1926. Por aquella época, aunque pinta lienzos puntillistas, también se interesa por el cubismo y por el futurismo, así como por la pintura metafísica de De Chirico.
Durante esos años Dalí vivía en la Residencia de Estudiantes, allí se relacionó con los aragoneses Luis Buñuel y José Bello, con Federico García Lorca, Rafael Alberti, Eugenio Montes y otros artistas, que marcan su juventud y su vida. Con el director de cine Luis Buñuel, escribe en 1929 el guión para “Un perro andaluz”, y en 1930, el de la “La edad de oro" .
En 1929 se instala en París. En la capital francesa conoce a Pablo Picasso y contacta con André Bretón y el grupo surrealista. Dalí se va transformando en artista teórico renovador del surrealismo al que aporta su método “paranoico-crítico”, superación del automatismo. Años más tarde se alejará del grupo surrealista y actuará al margen de sus consignas.
También en 1929 conoce a la rusa Elena Diakonova, Gala, con la que compartirá su vida. Gala será su única mujer, su musa, su modelo y su mejor representante.
El año 1934 es especialmente intenso en la trayectoria de Dalí, que cuenta con treinta años. Además de la participación en un determinado número de exposiciones del grupo surrealista, Dalí realiza seis exposiciones personales: dos en Nueva York, dos en París, una en Barcelona y una en Londres. De 1940 a 1948, Dalí y Gala viven en Estados Unidos.
LOS TEMAS MÍSTICOS
El año 1950 marca el estallido de los temas dalinianos. “Como para muchos pintores de aquella época – escribe Robert Descharnes-, la guerra provocó una fractura que sólo puede superar buscando lo absoluto fuera de su propia genialidad”. Esta superación la encuentra en la religión. Su estancia en Roma y su gusto por la pintura del Renacimiento, le lleva a explorar la iconografía católica para dar a su arte el aura de lo sagrado. En 1951 publica el “Manifiesto Místico”.
Sus primeros lienzos religiosos son dos versiones de la Madona de Port Lligat, con Gala como única modelo. En 1950, Dalí expone la Tentación de San Antonio en el Carnegie Institute de Pittsburg. En 1951 pinta El Cristo de San Juan de la Cruz. En 1956, Dalí expone La Última Cena y otros cuadros en la National Gallery de Washington.
Ya en los años sesenta, en 1964, el Mainichi Newspaper organiza en Tokyo una gran retrospectiva de su obra. Dalí es elegido miembro asociado extranjero de la Academia de Bellas Artes del Instituto de Francia, en 1978. En 1979, se le dedica una importante exposición en el Centro Georges Pompidou en París.
En 1980 tras una breve estancia en Nueva York, Dalí, enfermo, regresa temporalmente a su casa de Port Lligat. En 1981 la pareja Gala y Dalí se instala definitivamente a España. En junio de 1982, Gala muere. Sin la complicidad indestructible de su musa, Dalí ya no es más que un genio enfermo. En 1983 pinta su último cuadro, “La cola de la golondrina”. Salvador Dalí murió el 23 de enero de 1989.
EXPOSICIÓN: DALÍ
LUGAR: Ibercaja. Centro de Exposiciones y Congresos
C/ San Ignacio de Loyola, 16. Zaragoza
FECHA: Del 23 de febrero al 16 de abril de 2006
ORGANIZACIÓN : OBRA SOCIAL Y CULTURAL DE IBERCAJA
COMISARIA: Martine Soria
Con la colaboración de Robert Descharnes
COORDINACIÓN: Gonzalo de Diego
HORARIO: De lunes a viernes de 18 a 21 horas. Sábados, de 11 a 14 y de 18 a 21. Domingos y festivos de 11 a 14 horas