La Sala de Exposiciones de IberCaja en Valencia alberga una muestra donde se ha conseguido reunir algunos de los retratos más destacados realizados por Pipía Marzo a lo largo de los últimos años. Esta pintora madrileña, lleva dos décadas investigando el retrato. Tras una sólida formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, comenzó su trayectoria profesional como pintora abstracta: grandes lienzos de colores planos pero profundos, y el estudio de la pincelada con carácter formaron una pintora segura de su dominio de la línea y el color. Pronto descubre que esas poderosas abstracciones que pinta encajan bien con objetos y figuras de detalle minucioso, y así comienza su personal manera de hacer retratos.
Dentro de su manera de entender los retratos, es importante el equilibrio de las formas, el valor de los fondos tanto como el de los personajes y busca a través de ellos transmitir la serenidad del retrato clásico: las figuras están sólidamente ancladas al suelo y sus gestos y accesorios son los mínimos para poder perdurar en el tiempo. La paleta de colores sorprende por su elegancia: la gama de grises es inacabable, iluminados por blancos puros o rojos intensos. Son cuadros que se disfrutan al convivir con ellos porque siempre hay matices por descubrir y porque en ellos queda palpable la pasión de su autora por la pintura.
