ZARAGOZA.- El Foro Ibercaja se sumó ayer a la conmemoración de los 40 años de la Constitución con la organización de una conferencia en la que intervinieron los periodistas Pilar Cernuda y Antonio Papell, que fueron testigos privilegiados del proceso de aprobación de la Carta Magna de 1978. Tanto Cernuda como Papell destacaron durante el acto, moderado por el periodista jacetano Juancho Dumall, la trascendencia y el enorme valor de la Constitución como garantía de convivencia entre los españoles y fueron contundentes al advertir que el acuerdo que dio lugar a la redacción y aprobación del texto, alcanzado por fuerzas políticas diversas, algunas incluso antagónicas, que también contó con el respaldo de los nacionalistas, sería imposible de reeditar hoy por la “mediocridad” de los líderes políticos actuales. Los dos periodistas se mostraron partidarios de afrontar la reforma constitucional para adecuar el texto a la situación del siglo XXI.
“La Constitución es única y fue una heroicidad”, afirmó Cernuda en su intervención. “Nos trajo libertad, puso fin a 40 años de dictadura y ha dado a España las mejores cuatro décadas de su historia porque nunca ha habido tanta estabilidad”. Cernuda, que definió la Constitución como “un texto de convivencia, coraje y valentía”, lamentó que a la juventud, “la más preparada”, no le preocupe conocer la historia de España y de la Constitución.
Valores constitucionales y reforma del texto
Papell destacó como valor fundamental del texto constitucional “la voluntad de entendernos. Hubo grandes renuncias, que hoy se verían como claudicaciones”. También destacó la apuesta por la monarquía parlamentaria como forma de gobierno del país y el consenso que hubo sobre el proceso de construcción del Estado autonómico, al que se sumaron “el nacionalismo centralista y el periférico”.
Para Papell, la Constitución está “lozana y esbelta” cuarenta años después de su aprobación, si bien “necesita reformas y una puesta a punto” en cuestiones como la sucesión de la Jefatura del Estado, el sistema de elección de los jueces del Consejo General del Poder Judicial y el modelo territorial. “El título VIII sólo describe cómo se construyen las autonomías, pero no hace ninguna alusión a su funcionamiento”. Para Papell, que confesó su condición de federalista, “es muy importante” acometer la reforma del Senado “que ahora es una institución inútil”. Su reforma contribuiría a “implicar a las comunidades autónomas en el Estado”.
También Pilar Cernuda coincidió en que “debemos hacer una reflexión profunda del título VIII y del papel del Senado, que tiene que ser una Cámara territorial”. No obstante, advirtió que la reforma de la Constitución “se debe abordar antes o después”, pero nunca como consecuencia de la situación de Cataluña. A este respecto, en el tema catalán “soy más optimista ahora que antes del verano, porque los catalanes no van a poder soportar tener a un pobre bobo como presidente de su Gobierno”.
Papell, refiriéndose a Cataluña, se mostró convencido de que existe una solución al conflicto a través del diálogo y la negociación. “Es posible simultanear la negociación con una reforma de la Constitución y del Estatuto catalán. Pienso que ése es el camino”, señaló. No descartó incluso que los líderes independentistas pudieran ser indultados en un futuro si como se prevé van a ser condenados a duras penas de cárcel.
Un acuerdo imposible de reeditar
A juicio de ambos, la falta de sentido de Estado es uno de los males de la clase política actual. Por ello, cuestionaron que un acuerdo como el que originó la Constitución de 1978 pudiera reeditarse hoy en día. Para Pilar Cernuda, los políticos actuales carecen de patriotismo: “No conozco a ningún político que interponga los intereses de España a los suyos”. “A la política no van los que más valen”, subrayó Papell, sino, agregó Cernuda, “los guapetes de cara son los que triunfan. Nos encandilamos con una cara bonita y con pico de oro”.
Respecto al auge electoral de Vox, la periodista señaló que esta formación política “es un peligro para España, pero también Podemos lo es”. Sin embargo, Papell remarcó que Vox “no es lo mismo” que Podemos y exigió a los partidos que no pacten con la ultraderecha. “Es necesario un cordón sanitario”.
