ZARAGOZA.- El ex ministro de Economía, Industria y Competitividad Román Escolano auguró ayer en el Foro Ibercaja que, a pesar de la existencia de “riesgos evidentes” en la economía mundial, como son el Brexit, las tensiones comerciales, la elevada deuda pública y la situación de Italia, no se va a repetir una crisis financiera como la que sacudió la Unión Europea en 2007, aunque “hay que seguir estando muy atentos”.
Escolano advirtió que es necesario potenciar a partir de ahora algunos mecanismos específicos que permitan hacer frente con garantías de éxito a posibles escenarios futuros de crisis y se refirió a la necesidad de profundizar en la unión bancaria de la UE, reforzar las competencias del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) y confeccionar reglas presupuestarias más claras, ya que las actuales son “muy complejas e imposibles de explicar a los ciudadanos”.
El ex ministro de Economía, que sustituyó en el cargo a Luis de Guindos, actual vicepresidente del Banco Central Europeo, impartió la conferencia titulada "Perspectivas de la integración económica europea", organizada por el Foro Ibercaja, “un punto de encuentro que pretende trasladar a la sociedad una opinión formada sobre asuntos de interés”, en palabras del director general adjunto de Ibercaja Banco, Francisco Serrano Gill de Albornoz, encargado de presentar al conferenciante, zaragozano y con raíces familiares con la entidad bancaria. Ibercaja Patio de la Infanta acogió el acto, que contó con la presencia del presidente de Ibercaja Banco, José Luis Aguirre, y el director general de Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo.
Las 20 palabras de Draghi que frenaron la crisis
Escolano mostró su “optimismo” de que las economías europea y mundial puedan hacer frente a las dificultades existentes en la actualidad, ya que recordó que “hemos avanzado mucho” con la creación de instrumentos que han posibilitado a la UE salir de la crisis financiera de 2007. El ex ministro de Economía situó el origen de la crisis en 2003, cuando Francia y Alemania incumplieron las reglas de rigidez presupuestarias que los propios países se habían impuesto, lo que originó la correspondiente pérdida de credibilidad de las instituciones europeas y que el resto de gobiernos de la UE también desobedecieran las reglas de ajuste fiscal.
“Con la crisis griega de 2010, nos dimos cuenta de que no teníamos instrumentos para frenar la crisis bancaria”, que se extendió a Portugal, Irlanda y España. A su juicio, fue en la reunión del Eurogrupo de junio de 2012 “cuando empezó a girar el tratamiento de la crisis”. Y fueron “las 20 palabras” que pronunció el presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi, el 26 de julio de 2012 en Londres, cuando se comprometió a hacer lo necesario para salvar la zona euro, las que motivaron un cambio de rumbo radical en la solución a la crisis. A raíz de la intervención de Draghi, se pusieron en marcha diversos mecanismos para hacer frente a la misma: Rigidez presupuestaria de los países miembros de la UE, primeras bases de la Unión Bancaria, creación del Mede, y un cambio de actitud del Banco Central Europeo. Estas medidas tuvieron efectos positivos en la recuperación del crecimiento económico, la reducción de los desequilibrios, el recorte en los tipos de interés y de la prima de riesgo.
“Hemos avanzado mucho desde 2007”
“Hemos avanzado mucho desde 2007, pero todavía hay elementos que tienen que ser reforzados: las reglas presupuestarias tienen que ser más claras para los ciudadanos, hay que completar la unión bancaria y hay que relanzar el Mede como cortafuegos ante posibles crisis económicas importantes”, señaló Escolano, y concluyó: “Tenemos la suerte de que sabemos dónde ir porque tenemos una hoja de ruta muy clara”.
