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“LA RAZÓN DE PINTAR” , DE ANTONI CLAVÉ, EN IBERCAJA

-La exposición se compone de 53 piezas, entre óleos, pinturas y collages, realizadas con distintas técnicas, soportes y materiales que caracterizan su trayectoria
-La Sala del Centro de Exposiciones y Congresos acoge la muestra, que podrá contemplarse hasta el 15 de junio

Hasta el 15 de junio puede contemplarse en la sede de Ibercaja (San Ignacio de Loyola, 16) una gran exposición del artista Antoni Clavé (1913-2005). La muestra se compone de 53 piezas, realizadas, aproximadamente, entre 1946 y 2003, periodo que abarca gran parte de su trayectoria artística.

Un importante número de obras procede de colecciones particulares y reputadas fundaciones y galerías. La exposición está compuesta por treinta óleos, nueve pinturas, diez obras de técnicas mixtas y cuatro collages. La obra se agrupa en cinco etapas cronológico-artísticas: periodo de influencia Picassiana y fidelidad al concepto clásico de pintura; periodo de tratamiento pictórico pastoso y rehuida de los modelos Picasianos; periodo abstracto, donde oculta la figura; periodo del gusto por el trompe-l´oeil del papel arrugado y el collage, y periodo final donde triunfa el contenido pictórico.

El comisario de la exposición es Daniel Giralt-Miracle, crítico de arte y especialista en la figura y la obra de Antoni Clavé. Giralt- Miracle ha realizado una rigurosa selección de piezas con el objetivo de ofrecer al espectador una visión de conjunto de la intensa y multidisciplinar labor de Clavé como artista plástico.

Buscador de nuevas realidades plásticas y alejado de adscribirse a una determinada tendencia, Antoni Clavé fue un artista tremendamente inquieto, con unas capacidades que le llevaron a iniciar una vía artística propia. Como explica Giralt-Miracle, es “un eslabón que unió la revolución picasiana con la más genuina abstracción, fuera de signo lírico, expresionista o explícitamente informalista. Una abstracción con referencias figurativas y lírica. Fue seguidor de una cierta tradición española como la de Velázquez o Picasso, aunque los críticos franceses lo encuadraron dentro de la Escuela de París".
Clavé realizó carteles, figurines, ilustraciones para libros, decorados para ballet y teatro, cerámica, tapices o pinturas murales, además de ser un referente para otros artistas en muchos campos artísticos. “El arte era el motor de su vida” -señala el comisario-; esa dedicación, es lo que le permitió vivir 93 años".

Para la Obra Social y Cultural de Ibercaja es un motivo de satisfacción traer a Zaragoza esta muestra de uno de los referentes artísticos, justo antes de que se exhiba en Barcelona, ciudad que le vio nacer.

DIVERSIDAD DE TÉCNICAS

Con la intención de ofrecer al espectador una visión del Clavé maduro, esta exposición recoge una cuidada selección de 53 obras, entre óleos, pinturas y collages, creadas entre 1946 y 2003 que muestran a un artista establecido en París, que forma parte de la comunidad artística de Montparnasse, que tiene su estudio muy cerca del de Picasso y que abre una vía propia de crear arte. En esta etapa creativa, Clavé abandona los colores y la pincelación que le acercaron a artistas como Bonnard o Vuillard, para pintar cada vez más simplificados los argumentos de sus telas. En la muestra, este momento artístico se recoge en los óleos donde aparecen músicos, “Musiciens”; arlequines, “Arlequín con Laúd”; mujeres y hombres que comen sandía, “Mujer con sandía, la catalana”, “Homme au pasteque”, y naturalezas muertas, “Nature morte”. Reflejan la huella de Picasso pero con un tratamiento pictórico y ornamental muy distintos.

A partir de 1956, comienza una etapa en la que rehuye de los modelos picasianos y emerge un tratamiento pictórico pastoso, como se aprecia en “Roi”, “Guerrier”, “Roi a la pipe” o “Roi Leon”, obra en las que la importancia del argumento decrece en beneficio de la riqueza pictórica.

El visitante podrá contemplar también las obras de la década de los sesenta, que se caracterizan por el velo de pintura de carácter netamente abstracto que oculta la figura y que además combina componentes gestuales con elementos procedentes del chorreo o dripping desarrollado posteriormente por el expresionismo abstracto americano. De esta serie, la obra más característica de las expuestas es “Guerrier au bouclier”, un guerrero del que sólo se percibe el rostro y una simplificación del escudo, porque lo esencial es la pintura y el resto de materiales que se suman a la tela.

A partir de 1972 la obra de Clavé experimenta un fuerte cambio debido a su gusto por el trompe-l´-oeil del papel arrugado, el collage con papeles pintados o retazos de telas. En el “Homenage a Joan Miró”, obra incluida en la selección, se aprecia este período.

La exposición acaba con sus grandes telas de 2002 y de 2003, “Les deux son contents” y “Ilts sont plusieurs” que son la fusión del acrílico con el collage. Clavé logra lo que buscaba, dejarse llevar por el cuadro; no en balde siempre afirmó que “La tela es la que manda”.

Esta exposición pretender ser una mirada retrospectiva a la obra de Clavé, de la que, como indica su comisario, Daniel Giralt- Miracle, se ha excluido el grabado y la escultura, por entender que son extensiones de su forma de entender la pintura. Una idea donde ocupa un lugar destacado la lucha obstinada de Clavé contra la facilidad y el tópico.

ARTISTA DESDE LA INFANCIA

Antoni Clavé (Barcelona, 1913-Saint Tropez, 2005) está considerado como una de las más relevantes figuras del arte contemporáneo. A los 13 años inicia su formación pictórica en 1926 asistiendo a cursos de Bellas Artes y a los talleres de Ángel Ferrán y José Mongrell. A partir de 1930 se dedicó a ilustrar revistas y libros y, en 1939, con el estallido de la Guerra Civil se ve obligado a irse a vivir a Francia, donde afianzó su pintura. Animado por Pablo Picasso, da un salto para adentrarse en la abstracción, a la que volvería en los últimos años, siguiendo una línea de depuración de esquemas formales. Murió el año pasado, a los 93 años, en su residencia de la localidad francesa de Saint Tropez.