ZARAGOZA.-Los violeros zaragozanos de los siglos XV y XVI desempeñaron un papel relevante en el Renacimiento europeo y fueron pioneros en la fabricación de instrumentos de cuerda que eran verdaderas obras de arte con extraordinarios elementos ornamentales. Ibercaja Patio de la Infanta acogió ayer por la tarde una velada que acercó al numeroso público asistente el legado cultural de los violeros zaragozanos, “un tesoro que durante muchos años ha sido el gran olvidado” en los libros de Historia, en palabras de Armando Serrano, co-comisario de la exposición Pasión por Zaragoza, miembro de la Real Academia de San Luis y director de la Fundación de Casa Ganaderos, cuya historia e importancia enlaza la tradición violera aragonesa. Los asistentes pudieron además disfrutar de los instrumentos de cuerda, con la participación de destacados intérpretes.
La velada fue organizada en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza, la Diputación Provincial de Zaragoza, la Fundación Daniel@Nina Carasso y la Asociación Cultural Muslyramus. Ana María Farré Guadier, directora de Ibercaja Patio de la Infanta, presentó a los protagonistas de esta iniciativa cultural y musical, que se abrió con la actuación de José Luis González Uriol, organista titular del órgano “José de Sesma” del Patio de la Infanta, que interpretó dos piezas musicales.
Zaragoza, la Florencia de España
Javier Martínez, doctor en Historia del Arte, violero profesional y presidente de la Asociación Española de Luthiers y Arqueteros Profesionales, lamentó que la historia de los violeros de Zaragoza “es una página que nadie ha querido leer cuando es una auténtica joya”, al tiempo que reivindicó “la importancia de la violería aragonesa” en los siglos XV y XVI, cuando Zaragoza vivía una época de máximo esplendor, con un aumento de su población hasta llegar a los 20.000 habitantes, y era conocida internacionalmente como la “Florencia de España” por el gran número de palacios que había en la ciudad. Martínez, que cuenta con varias publicaciones sobre violeros y violería y acaba de obtener el Premio Tenerife a la Investigación en Artesanía en España, Portugal y Latinoamérica, aseguró que se tiene constancia documental de que en la Zaragoza renacentista había al menos 37 violeros, muchos de ellos exportaban sus instrumentos a Italia y a otros países. “La influencia de los violeros aragoneses es muy importante”, aseguró.
Martínez construye vihuelas de mano, laúdes, guitarras renacentistas y barrocas, violas da gamba, arpas ibéricas, guitarras y otros instrumentos antiguos. Es un entusiasta del trabajo cultural desarrollado por la Escuela de Violeros de Zaragoza, la primera de España, con la que viene colaborando desde su creación en 2014 y cuyo trabajo destacó en su intervención.
Tras la conferencia de Javier Martínez, actuó Fernando Marín Corbí, prestigioso violagambista y cellista de Alicante, doctor en Musicología y especialista en instrumentos históricos de arco del Renacimiento y Barroco. Clausuró la velada Eugène Ferré, uno de los laudistas-vihuelistas más importantes en activo.
El programa de conciertos y conferencia forma parte de la programación de Ibercaja Patio de la Infanta que también ofrece una gran exposición, en su sala de temporales, dedicada a la capital aragonesa: “Pasión por Zaragoza. El Reino de los Sentidos”, que exhibe una serie de momentos históricos claves para su identidad y que puede visitarse hasta el próximo 7 de enero de 2019.Hasta ahora ha recibido cerca de 15.000 visitantes, avanzó ayer Ana María Farré.
La vocación de Fundación Ibercaja por poner el arte, la cultura y el patrimonio al alcance de todos, a menudo en fecunda colaboración con otras instituciones, entidades y empresas, es el objetivo de actos tan significativos como este concierto conferencia que reveló aspectos asombrosos sobre la difusión de la artesanía y la música de Aragón en el ámbito europeo renacentista.
