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IGNASI BELDA: “MI CONSEJO, CUANDO SOLO HE DE DAR UNO, ES EL PACTO DE SOCIOS”

• El ingeniero informático y fundador de seis startups Ignasi Belda, Premio Fundación Princesa de Girona Empresa 2014, ofreció la videoconferencia “Emprendedor en serie” para ayudar a superar las incertidumbres y miedos que surgen cuando se emprende por primera vez

• El ciclo organizado por Fundación Ibercaja y FPdGi ofrece charlas dirigidas a estudiantes e impartidas por jóvenes premiados de la FPdGi que destacan en sus profesiones y por su trayectoria transformadora
ZARAGOZA.- Ignasi Belda, ingeniero informático, fundador de seis empresas, escritor, doctor y Premio FPdGi Empresa 2014, dijo a los emprendedores “mi consejo, cuando solo he de dar uno, es el pacto de socios, gástate el dinero con un buen abogado que te haga un buen pacto de socios, que te ahorrará disgustos”. Belda impartió su videoconferencia con el título “Emprendedor en serie”. La ponencia forma parte del proyecto educativo en el que colaboran Fundación Ibercaja y Fundación Princesa de Girona.

“Me gustaría transmitiros algunas de las lecciones aprendidas en cada una de mis etapas –explicó Ignasi Belda–, que se remontó a sus orígenes familiares en Cocentaina, Alicante, para contar que sus abuelos eran empresarios del textil y el calzado. “Mis padres han tenido como quince empresas de textil, turismo, ocio… y yo he reproducido el patrón que he visto en casa, con una diferencia: ni mis padres ni mis abuelos fueron universitarios, yo tengo dos doctorados, esto es debido a la evolución que ha habido en España gracias al esfuerzo de todos: mis hermanas y yo hemos podido ser universitarios.”

“Fui el típico friki que trasteaba con el ordenador –dijo– y escogí informática porque el ordenador es una herramienta que puedes usar para cualquier cosa”. También explicó Belda que durante la carrera fue el becario informático en un grupo muy potente de investigación en biomedicina, “pero poco a poco –añadió– fui avanzando y mi tutor en este grupo me propuso hacer la tesis sobre ese tema. Empezamos a investigar en la aplicación de la inteligencia artificial para diseño de nuevos fármacos. Estuve en Illinois, en la Universidad de Chicago, que es la segunda línea de las universidades norteamericanas, pero que tiene 24 premios Nobel, y 24 premios Pulitzer.”

“En aquel momento, en 2004 –prosiguió el ponente–, el presupuesto de la universidad de Illinois era superior al de todas las universidades de España juntas, y eso que allí es una de las de segunda fila. En 2006 hice otra estancia en AstraZeneca, que entonces nadie conocía, en Suecia, desarrollando IA para predecir la toxicidad de nuevos fármacos. Estaba en un departamento de más de doscientos investigadores y me dijeron que me quedara porque mi perfil allí no existía, yo era el único informático, y me ofrecían 6000 euros al mes de hace casi veinte años. Aun así, volví a España a terminar mi tesis y fundar mi empresa. En 2007 ya fundé Intelligent Pharma para diseñar fármacos con IA. Era yo solo con un ordenador y tres mil euros, y 27 años. Pero en 2010 todo el mercado español era cliente mío, todas las farmacéuticas. Esto era muy positivo. La mala noticia es que ya no podía crecer en España. Empecé a abrir sedes internacionales, Alemania, Reino Unido… Ya exportábamos a quince países. Pfizer y AstraZeneca eran clientes nuestros. Con 25 empleados en su mejor momento.”

Un competidor le compró la empresa a Ignasi Belda en 2017 y –según relató– “a los seis meses habían hecho suspensión de pagos y habían cerrado. Esto fue para mí un shock porque, aunque yo ya no estaba allí éramos como una familia, incluso mi esposa trabajaba allí. La lección que aprendí y que os transmito es que un emprendedor debe saber cuando empezar y cuando terminar. En ese momento vi que era el momento para vender. Y no me equivoqué porque cambió el mercado, y quizá la gestión era diferente. Lo triste que hubiera sido para mí tener que cerrar la empresa.”

Ignasi Belda fundó su segunda empresa, Somos Biotech, en paralelo a la primera. “Esta la fundé de otra forma menos personalista –explicó–, aún existe y les va muy bien: utiliza la IA para buscar nuevas aplicaciones de fármacos ya conocidos. Era una empresa con un equipo potente, con mucha experiencia, pero surgieron discrepancias entre los gestores y yo, fuimos a juicio y lo gané yo.”

De esta segunda empresa extrajo la siguiente lección: “había hecho un buen pacto de socios –dijo– y mi consejo, cuando solo he de dar uno, es el pacto de socios. Olvídate de los muebles, ponlos de Ikea, pero gástate el dinero con un buen abogado que te haga un buen pacto de socios, que te ahorrará disgustos. Ahora voy por la sexta empresa no doy un paso sin ese pacto.” Vendió sus participaciones en la empresa y se alegra de que les vaya bien “porque es una idea –concluyó– que salió de mi cabeza y salva vidas. Y me enorgullece y creo que todo valió la pena.”

La tercera empresa era la gemela de Intelligent Pharma; la creó en USA en 2012 desde España con treinta euros. Esta empresa, que operaba también en Canadá para la industria petroquímica, la vendió con la original. La lección que extrajo: “a veces pensamos que tener filiales es innecesario y grandilocuente. Pero lo hice con treinta dólares y salí en toda la prensa, y tuvimos mucha repercusión internacional”, relató el ponente.

“La cuarta la fundé en 2012 para la lucha contra la esclerosis múltiple –explicó Ignasi Belda–, que es una enfermedad que no tiene cura. La vendí con Intelligent Pharma pero tenía una característica especial, que es la AIE: una fórmula jurídica que quizá os suene para crear una empresa. En España hay 42 formas diferentes de empresas. AIE es Agrupación de Interés Económico y en ella agrupamos a cuatro empresas diferentes, dos mías y dos de otra gente, para luchar contra esta enfermedad. La vendí junto a Intelligent Pharma en 2017”, dijo.

También explicó que el rector de la Universidad de Barcelona le propuso que fuera el director del Parque Científico de Barcelona, “la mayor instalación de Europa en Ciencias de la Vida –dijo–, mis cuatro empresas se habían desarrollado en ese Parque, así que acepté el reto. Era un cargo de confianza y estuve desde 2016 a 2018 cuando cambiaron al rector. En esos dos años tuve bajo mi responsabilidad 120 empresas y casi 3000 científicos. Como emprendedor quería saber qué había al otro lado. He podido entender decisiones que se toman desde la política y las instituciones públicas. En ese tiempo no podía tener empresa privada pero pude invertir como un business angel en una empresa muy potente de una emprendedora de Lérida a la que conocí en un acto de networking.”

También ha trabajado en un loby para el sector farmacéutico, y de esa experiencia contó que “intentas influir en el diseño de políticas para que el legislador te escuche y te das cuenta de que también escucha a otros. Aprendí que cualquier persona puede llamar a los representantes políticos y le escuchan. Os animo a que tanto a nivel local como nacional o europeo estáis en vuestro derecho de influir en las leyes que os pueden afectar. Así que agradezco aquel trabajo.”

Luego le reclamó la Universidad Pompeu Fabra para dirigir el proyecto Miwendo, del que es fundador y CEO: “Marta Guardiola y Marta Fernández –explicó– habían desarrollado un radar que detecta el cáncer de colon, que es el más prevalente en España, con una supervivencia del 50% y el motivo es que la colonoscopia falla bastante. Estas dos investigadoras han desarrollado un radar con microondas que detecta esa enfermedad. La Unión Europea y muchos inversores pusieron 4,5 millones de euros y estamos preparando las pruebas para dentro de poco empezar a probar con pacientes y diagnosticar algo que puede salvar muchas vidas”.

También ha fundado y presidido una asociación de reflexión política, científica, técnica y social para diseñar el año 2050. “Mi hobby es el estudio –concluyó–, he publicado seis libros, cinco de divulgación científica y uno de filosofía, y soy docente en biomedicina.”

En respuesta a las preguntas del coloquio, Ignasi Belda afirmó que “Un emprendedor tiene que saber poquito de muchas cosas. Ampliar el conocimiento de las cosas que no sabes. El éxito o el fracaso nunca es binario. Lo importante es que nunca es blanco o negro, hay matices. Como soy optimista por naturaleza veo lo bueno, pero fracasos he tenido muchos”, dijo.

El consejo definitivo es que “un emprendedor tiene que saber cuándo empieza y cuando termina. Explicó que su modelo es, como el de sus padres, crear una empresa, hacerla crecer y venderla. “Así –añadió– rentabilizo mis esfuerzos porque emprender es muy duro, yo siempre digo que negocio viene del latín y significa negación del ocio. Mi trabajo es crear empresas y venderlas.” También explicó que cree en el valor de la emprendeduría interna: “En Miwendo, que es la que ahora dirijo, tenemos una intraemprendeduría porque vemos que hay otras enfermedades a las que podemos aplicar la misma fórmula.”