. Esta serie de grabados pertenece a la Primera Edición (1863), Calcografía Nacional, propiedad de Fundación Ibercaja
. "Los desastres de la guerra. Francisco de Goya" está compuesta por los grabados creados por el artista aragonés entre los años 1810 y 1814, que constituyen casi una crónica gráfica de la Guerra de la Independencia de 1808
. Esta exposición se enmarca dentro de la programación del VIII Centenario de la Catedral de Burgos y del 275 aniversario del nacimiento de Francisco de Goya
. Se podrá visitar en la Sala de Exposiciones Pedro Torrecilla. Del 9 de septiembre al 14 de noviembre de 2021
EXPOSICIÓN DE GRABADOS DE GOYA "LOS DESASTRES DE LA GUERRA" EN BURGOS En la imagen Cristina Rubio en la visita a la muestra junto a Laura Sebastián, directora general de Fundación Cajacírculo y Piluca Gil, directora de Fundación VIII Centenario Catedral de Burgos.
BURGOS.- Fundación Cajacírculo y Fundación Ibercaja han inaugurado esta mañana la muestra “Los desastres de la guerra. Francisco de Goya”, en la sala de exposiciones Pedro Torrecilla. Es la primera edición de la serie completa de los “Desastres de la guerra”, compuesta por 80 grabados que Goya realizó durante los años 1810-1814, y que constituyen casi una crónica gráfica de la Guerra de la Independencia de 1808. La muestra que podrá visitarse hasta 14 de noviembre se enmarca dentro de la programación del VIII Centenario de la Catedral de Burgos y del 275 aniversario del nacimiento de Francisco de Goya
A la inauguración han asistido diversas personalidades y ha sido presentada por el presidente de Fundación Cajacírculo, Emilio de Domingo Angulo; el director general de Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo Escrig, y por el presidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral, el arzobispo, Mario Iceta Gavicagogeascoa, así como la comisaria, Cristina Rubio Portero.
Los desastres de la guerra
Francisco de Goya realiza las planchas de “Los desastres de la guerra· entre los años 1810 y 1814, sin duda impresionado por la convulsión en la que se vio envuelta España y por las escenas terribles que seguramente presenció o le refirieron.
Si bien se conocen unas pruebas que hizo el propio Goya hacia 1814 o 1815, el pintor no pudo ver editada esta serie en vida ya que por su inconveniencia política e implicando una consciente denuncia de los horrores vividos, los grabados no fueron sacados a la luz hasta 1863. La muestra que hoy se inaugura presenta aquella primera impresión de 1863, que fue realizada por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
Cuando Goya realizó la serie de grabados conocida como “Los desastres de la guerra”, entre 1810 y 1814, era ya un experto grabador, pues una década antes había hecho la importantísima y amplia serie de “Los caprichos”, publicada en 1799. En “Los desastres de la guerra” también utilizó como técnica general, presente en todos ellos, la del aguafuerte, que combinó, según los efectos que quería conseguir, con otras técnicas de grabado calcográfico (sobre plancha de cobre), como el buril, la punta seca, el bruñidor, el aguatinta y, especialmente en esta serie, la aguada.
Combinando el aguafuerte con el buril, la punta seca y el bruñidor, tradicionales dentro del grabado calcográfico, Goya consiguió efectos de mayor intensidad de los negros y fuertes claroscuros, que daban mayor dramatismo y violencia expresiva a las figuras y a las escenas. La combinación de aguafuerte y aguada, asociadas a la punta seca, el buril, con toques de bruñidor, y en algunos casos con el aguatinta, será la más habitual. Con esa asociación consiguió el pintor aragonés escenas con efectos más pictóricos, con abundantes matizaciones plásticas y tonales. Así pues, según las sensaciones que quisiera transmitir en sus escenas, Goya elegía unas técnicas de grabado u otras.
Nunca hasta entonces la guerra y sus consecuencias habían sido retratadas con tanta crudeza. Goya se convirtió, de esta forma, en cronista y reportero gráfico del desastre. Hoy sabemos que la intención del pintor no era solamente denunciar una guerra concreta, la de la Independencia. Su denuncia trascendía el hecho histórico del que había sido testigo excepcional e invitaba a una reflexión general sobre la violencia sin medida y sentido, fuera del tiempo y de la circunstancia.