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FRANCISCO BONO: “LA ECONOMÍA ARAGONESA DEBE QUITARSE LOS COMPLEJOS DE INFERIORIDAD, PORQUE ESTÁ MUCHO MEJOR QUE OTRAS ZONAS DE ESPAÑA Y DE EUROPA”

. El exdirectivo de Ibercaja y exconsejero de Economía del Gobierno de Aragón presentó ayer en el Patio de la Infanta su nuevo libro en un cálido y simpático acto, arropado por su familia y por numerosos amigos que trabajaron con él en la entidad y en la DGA

. ‘El discreto encanto de la economía aragonesa’ es el título de la publicación que hace balance de los últimos 35 años de la situación económica de la Comunidad Autónoma

. Entre otras personalidades, asistieron el presidente de la Fundación Ibercaja, Amado Franco; el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda de la Diputación General de Aragón, José Luis Soro; y la expresidenta Luisa Fernanda Rudi

. Bono destaca en su libro la privilegiada posición geoestratégica de Aragón; la alta diversificación de actividades productivas; el importante peso de la industria; y un sistema financiero eficiente y competitivo

. “El título refleja precisamente ese encanto de la economía aragonesa, que está mucho mejor que otras, pero que pasa desapercibida, porque los aragoneses somos demasiado discretos”
ZARAGOZA.- Francisco Bono es una figura indiscutible de la historia reciente de Ibercaja y un gran conocedor de la economía aragonesa gracias a los numerosos cargos que ha desempeñado en la entidad y en el Gobierno de Aragón, donde ha ocupado la Consejería de Economía en dos ocasiones, en 1982, y en el Ejecutivo regional de Luisa Fernanda Rudi.

Hombre dialogante, paciente y gran conversador, plasma su profundo conocimiento de las finanzas de las comunidad autónoma en nuevo libro, titulado ‘El discreto encanto de la economía aragonesa’, que repasa la historia de los últimos 35 años de la economía aragonesa, desde 1982 hasta 2017. El repaso a las últimas tres décadas le lleva a la siguiente conclusión: “La economía aragonesa debe quitarse los complejos de inferioridad, porque está mucho que mejor que otras, no sólo de España sino también de Europa”.

Francisco Bono presentó ayer el libro en un acto multitudinario en el Patio de la Infanta. Estuvo arropado por su familia, numerosos amigos y muchos de sus antiguos colaboradores en Ibercaja y en el Gobierno regional. También asistieron, entre otras personalidades, el presidente de la Fundación Ibercaja, Amado Franco; el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda de la Diputación General de Aragón, José Luis Soro; la expresidenta Luisa Fernanda Rudi; representantes de la Cámara de Comercio; y exparlamentarios autonómicos.

Fue un acto cálido y simpático en el que Bono recibió el cariño de todos los asistentes. “Una buena persona, con una clara voluntad de servicio y muy dialogante”, destacaron en su presentación. El presidente de la Fundación Ibercaja, Amado Franco, quien ha prologado el libro, recordó que existen dos clases de personas: las que cuentan cómo se hacen las cosas y las que las saben hacer. “Y tú Paco reúnes a las dos”. Amado Franco  elogió de Bono, entre sus numerosas cualidades, “la tremenda capacidad que tiene de interrelacionarse con las personas y esa empatía con la gente”.

“No son mis memorias, sino una visión personal de la economía”

Bono agradeció las muestras de cariño y confesó haberse emocionado con el contenido del prólogo escrito por Amado Franco. Desde el principio de su intervención, dejó claro que “no es un libro de memorias, ni tampoco es un manual de economía aragonesa, ni un libro estadístico, sino que, simplemente, es una visión personal” de alguien que, como Bono, ha sido testigo de excepción de “la tremenda transformación de la economía aragonesa” en este período de tiempo. A su juicio, es evidente el cambio sustancial de la comunidad en materia económica. Ocurre, sin embargo, que Aragón nunca ha sabido ‘vender’ en el exterior esa situación favorable. El título del libro, que es “el mismo de un artículo que escribí en Heraldo de Aragón hace tiempo”, refleja precisamente ese encanto de la economía aragonesa, que está “mucho mejor que otras”, pero que “pasa desapercibida, porque los aragoneses somos demasiado discretos”.

Este doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona, nacido en 1945 en Zaragoza, que fue subdirector y jefe de Estudios de Ibercaja y presidente de Aramón, sostiene que en las últimas tres décadas ha habido sustanciales cambios en la economía aragonesa, especialmente en lo que se refiere a la promoción de la comunidad autónoma como polo atractivo para la logística y el turismo, como también han cambiado mucho “la complejidad del tejido productivo y el alto nivel de los directivos”. Además de la apuesta por la logística, fruto de la privilegiada situación geoestratégica de Aragón, otro de los hitos que supusieron un cambio sustancial en la economía aragonesa fue la apertura de la fábrica de Opel en Figueruelas.

El desembarco de Inditex en la Plataforma Logística de Zaragoza y la construcción de la línea del AVE han sido otros acontecimientos que han marcado la economía aragonesa, como también el aeródromo de Caudé y el hecho de haber tenido un sistema financiero sólido. “La diferencia del ranking de empresas entre 1982 y ahora es abismal”, remarcó. La complejidad del tejido productivo, en el que conviven la industria y el sector agrario con el de servicios, la logística, las TIC y la economía circular, es otra cuestión que valoró Francisco Bono.

Las múltiples ventajas competitivas de Aragón

Las ventajas competitivas de Aragón respecto a otros territorios son, a su juicio, múltiples: su privilegiada posición geoestratégica; la alta diversificación de actividades productivas; el importante peso de la industria; el alto grado de apertura e internacionalización, lo que “demuestra que las empresas son competitivas y están bien gestionadas”; un sistema financiero eficiente y competitivo; acuerdos estables entre los gobiernos autonómicos y los agentes sociales; y, por último la existencia de un amplio censo de empresas con tradición y gestión eficiente. Y cuáles serían las desventajas principales, según Francisco Bono. Básicamente, la despoblación, “en algunos casos irreversible”, y la desvertebración territorial, problemas a los que se suma el ya tradicional déficit de infraestructuras, la precariedad en el empleo derivada por la reciente crisis económica y algunas problemáticas territoriales específicas, como la situación por la que atraviesan en la actualidad las cuencas mineras.
Por último, Bono pronosticó que el futuro de la comunidad será “bueno o muy bueno si las empresas se siguen comportando como hasta ahora y se consiguen solucionar las desventajas” que lastran a la Comunidad.
También Honorio Romero, director de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, editora del libro, repasó en su intervención la labor realizada por esta institución en las últimas décadas, entre las que se incluye la fundación de Ibercaja en 1876, y concluyó que al hablar de la situación de la economía de la comunidad “no hay color a cómo estábamos hace 35 años”.