(ZARAGOZA, 14 MARZO).- Hasta el 6 de mayo, el Centro de Exposiciones y Congresos de Ibercaja en Zaragoza (San Ignacio de Loyola, 16) acoge la exposición “Grupo Parpalló (1956-1961)”, una cuidada selección de 51 obras realizadas por dieciocho de los artistas que llegaron a formar parte de este numeroso movimiento, desde su nacimiento en 1956 hasta su disolución en el verano de 1961.
La muestra reúne una gran riqueza y variedad tanto en los materiales como en los soportes. Se pueden observar pinturas realizadas en técnica mixta, óleos sobre tela o tablex, gouaches sobre catulina, collages sobre cartón, esculturas de latón o de hierro, incluso una maqueta de hierro pintado, entre otros. Organizada por la Obra social y Cultural de Ibercaja y el Consorcio de Museos de la Generalitat Valenciana, ha sido presentada esta mañana por el jefe de la Obra Social y Cultural de Ibercaja, Román Alcalá, y el comisario de la muestra, Pablo Ramírez.
La exposición propone un recorrido a través de las dos etapas que sucesivamente componen su trayectoria. Las piezas muestran el primer Parpalló (1956-1959), entendido como una amplia agrupación artística, con una caracterización ecléctica y antiacadémica, con tantas líneas de trabajo como artistas. De esta época se exhiben 34 obras, entre las que destacan el poscubismo de Albalat con “Árboles geométricos (1957) y Genovés con “Domingo por la mañana” (1957); el expresionismo de Michavila con “Casa en la marjal” (1957); Prades Perona con su “Virgen azul” (1958); y Ribera Berenguer con su “Autorretrato” (1958); el experimentalismo abstracto de Castellano con “La Visitación” (1956); Montesa con “Inicios” (1957-90) y Manolo Gil con “Figura despiezada” (1957), “Homenaje a Goya” (1957).
En segundo lugar, se presenta al definitivo Parpalló (1959-1961) entendido como un grupo más compacto y coherente, decididamente abstracto y con una clara vocación vanguardista, que apuesta por el llamado arte normativo, lo que se traduce en la práctica en dos caminos específicos: el informalismo de Monjalés que se refleja en “Epitafio para un poeta” (1960) o “Pintura” (1959); y el geometrismo de Alfaro, con obras como “Homenaje a Jorge Oteiza” (1961) o “Cosmos 62” (1960); Sempere, con relieves y sus gouaches de 1960 y Labra “Equilibrio” (1961), entre muchas otras. De esta etapa se muestran 17 obras.
CINCUENTA AÑO DEL GRUPO
La presente exposición, con la que se conmemora el 50 aniversario de la fundación del Grupo Parpalló, ha sido fruto de una larga investigación sustentada en un amplio trabajo de campo para el que se ha contado con la colaboración de instituciones, colecciones privadas y los propios artistas.
Buen conocedor de la obra de este grupo artístico valenciano es el comisario, Pablo Ramírez, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Politécnica de Valencia, y autor de las páginas que abren el catálogo de la muestra. En ellas, Ramírez, relata como los años cincuenta del siglo pasado constituyen un período de transición en el arte español. No puede hablarse de que por entonces hubiese una corriente predominante, sino que en un panorama diverso existían influencias colectivas de distinto signo, junto con manifestaciones que buscaban un desarrollo individual.
En este mismo contexto surgirán importantes movimientos, como el Grupo Parpalló, que nació bajo la tutela del crítico Vicente Aguilera Cerni y el liderazgo artístico de Manolo Gil, el 23 de octubre en 1956 en Valencia. El movimiento fue formado por un grupo de críticos, artistas y escritores en el Instituto Iberoamericano de Valencia, cuya denominación, con el transcurso del tiempo, pasaría a ser sinónimo de la voluntad manifiesta de renovación de las artes plásticas valencianas. Desde su creación y hasta 1961, fecha en la que se disolvió el Grupo Parpalló, este colectivo aglutinó a su alrededor las apuestas artísticas y literarias de un buen número de creadores procedentes sobre todo del ámbito local.
EL GRUPO PARPALLÓ Y SU INTERVENCIÓN SOCIAL DESDE EL ARTE
El factor inicial de cohesión del grupo consistió en un modesto propósito de animación de la vida artística de la ciudad, inserta dentro del sombrío contexto sociocultural de la España de la posguerra. Para conquistar este objetivo, el grupo emprendió la realización de conferencias, tertulias, exposiciones y también facilitó la incorporación de los más prometedores representantes de la creación artística valenciana, dando lugar a una amplia y heterogénea nómina, que siguió creciendo durante los primeros años, llegando a alcanzar hasta un total de 31 miembros.
El Grupo Parpalló puso en marcha la revista “Arte Vivo” y realizó cinco exposiciones: Ateneo Mercantil de Valencia (diciembre 1956), Instituto Francés de Barcelona (mayo 1957), Palacio de la Generalidad de Valencia (junio 1957), Ateneo de Madrid (enero 1958) y Centro de Estudios Norteamericanos de Valencia (junio 1958). Varios hechos y circunstancias, como fueron el fallecimiento de Manolo Gil, la progresiva modificación de los objetivos fundacionales y las dificultades de coordinación de una nómina tan abultada y heterogénea, motivaron una fuerte crisis en el colectivo valenciano.
La crisis sólo pudo ser superada por el empecinamiento de un pequeño sector del Parpalló, compuesto por Aguilera Cerni, Alfaro, Monjalés y Martínez Peris, quienes contrarios a la idea de disolverlo decidieron transformarlo, mediante un substancial reajuste de miembros, para convertirlo en un grupo artístico más reducido y compacto, con una ubicación ideológica y estética más comprometida dentro del contexto de la cultura artística española de finales de la década de los cincuenta.
La transformación del Grupo Parpalló quedó reflejada en el rejuvenecimiento de la revista “Arte Vivo”, que a principios de 1959 inauguró una nueva etapa convertida en una cosmopolita revista de arte. Durante esta etapa aparecieron cuatro nuevas entregas, en las cuales se da cuenta de la drástica reducción de sus componentes y se percibe claramente la evolución de sus objetivos, que pretenden orientarse hacia la práctica de un arte experimental basado en la idea de la integración de las artes y del trabajo en equipo junto con la reivindicación de la intervención social desde el arte.
Tras el verano de 1959, el Parpalló quedó constituido por los críticos Aguilera Cerni y Giménez Pericás, los artistas Alfaro, Sempere, Labra, Monjalés, Balaguer, el decorador Martínez Peris y los arquitectos Estellés y Navarro. Durante esta nueva etapa se realizaron seis exposiciones: Sala Gaspar de Barcelona (octubre 1959), Club Urbis de Madrid (febrero 1960), Sala Mateu de Valencia (febrero 1961) y Galería de Poznan en Polonia (1965).
Mención aparte merece la primera exposición conjunta de arte normativo español organizada por el Grupo Parpalló en el Ateneo Mercantil durante las fallas de 1960, que aglutinó en Valencia, en un hecho histórico sin precedentes, a una representación del antinformalismo español con la participación de Andreu Alfaro, Equipo 57, Equipo Córdoba, Manuel Calvo, J. María de Labra y los miembros del Parpalló.
“Transformar la sociedad a través del arte experimental parece tarea excesiva. En verdad, es una pretensión utópica sin mucho sentido”. Pero para Pablo Ramírez, comisario de la exposición, “en cualquier caso, todos reconocieron al arte normativo su audacia al intentar ofrecer una alternativa al informalismo español. Sin embargo no conviene pasar por alto las razones de su fracaso que contienen el germen de la disolución del Grupo Parpalló. Por una parte, se han atribuido a la ambigüedad de sus planteamientos, y en especial al moralismo abstracto que presidía la doctrina de Aguilera Cerni, que estaría en el origen de las discrepancias suscitadas en el seno del movimiento tras la exposición conjunta del Ateneo Mercantil; a ella es preciso añadir también la absoluta inoportunidad histórica del movimiento normativo, en un momento en el que en nuestro país no existía todavía una industria moderna capaz de incorporar las propuestas de los artistas, junto con la imprevista y potente irrupción, en la España de principios de los sesenta, de tendencias neofigurativas, con una idea muy distinta de lo que debía ser la intervención social desde el arte”.
El Grupo Parpalló es un fenómeno artístico invariablemente recordado y citado en las historias del arte generales al uso, pero todavía se trata de una cita incompleta. Con esta exposición se esclarecen la composición real, los objetivos y las aportaciones de un colectivo artístico que consiguió desempeñar un papel histórico decisivo en la renovación artística y en la normalización cultural de la España de la segunda mitad de la década de los cincuenta.
EXPOSICIÓN: “GRUPO PARPALLÓ (1956-1961)”
LUGAR: Sala de Exposiciones de Ibercaja
C/ San Ignacio de Loyola, 16. Zaragoza
FECHA: Del 14 de marzo al 6 de mayo de 2007
ORGANIZACIÓN: Obra Social y Cultural de Ibercaja
HORARIO: De lunes a viernes, de 18 a 21 horas.
Sábados, de 11 a 14 y de 18 a 21 horas.
Domingos y festivos, de 11 a 14 horas.
Entrada libre.
INAUGURACIÓN: Miércoles, 14 de marzo, a las 20,15 horas