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EUGENIA BOIX: “HAY MUCHA MÚSICA Y MUY BUENA COMPUESTA POR MUJERES Y QUE HAY QUE SACAR A LA LUZ”

• La soprano Eugenia Boix participó en el tercer encuentro virtual del ciclo “Caja de música”, organizado y emitido por Fundación Ibercaja en su canal YouTube para acercar al público la música clásica de la mano de los mejores músicos y compositores

• La videoconferencia se enmarca en los actos de conmemoración del Día Internacional de la Mujer
ZARAGOZA.- Fundación Ibercaja continúa celebrando el Día Internacional de la Mujer, con un encuentro virtual con la soprano aragonesa Eugenia Boix. Forma parte del ciclo “Caja de música”, organizado y emitido por Fundación Ibercaja en su canal YouTube para acercar al público la música clásica de la mano de los mejores músicos y compositores. La soprano ha dialogado con Alejandro Martínez, crítico musical, codirector de la revista Platea Magazine y asesor artístico.

La conferencia puede verse en el siguiente enlace: (498) Eugenia Boix en Caja de Música - YouTube.

Eugenia Boix, formada en los mejores centros europeos de música clásica, ha sido pupila de Teresa Berganza, becada por Montserrat Caballé y compañera de cartel de Ainhoa Arteta. Reconocida autoridad vocal en la música culta, Boix reivindica el trabajo y la calidad de las mujeres compositoras en la música antigua. “Hay mucha música y muy buena compuesta por mujeres y que hay que sacar a la luz”, dijo. Según la soprano, “hay mucha música que es de compositoras y ni siquiera lo sabemos porque en su día la firmaban con seudónimo o tenían que firmarlas sus maridos. Las descubrimos a veces para un concierto y no se vuelven a programar”.

Eugenia Boix actúa en los mejores teatros del mundo y vive en Monzón (Huesca), donde desde hace cinco años trabaja en un programa didáctico que pone en valor la figura de la mujer en la música. Una cita anual en torno al Día Internacional de la Mujer. La soprano montisonense, a quien han dirigido solo tres mujeres a lo largo de su carrera, ha participado en el CD “Inéditas”, con obras de compositoras como Emiliana de Zubeldía, Emma Chacón, Ana Idiartborde, o Julie-Adrianne Carricaburu que, por ser mujeres, carecieron de reconocimiento profesional en vida y cuya música ha permanecido oculta.

No se especializó en música antigua pero siempre ha mostrado especial sensibilidad en este campo. “La música antigua no tiene el sitio que merece –dijo- Hay compositores que se descubren y vuelven otra vez al archivo. Debemos mostrarlos y llevar por delante nuestro patrimonio”. El pasado año grabó el documental ‘Stradivarius 1700. Un sueño real' en el Salón de Columnas del Palacio Real y acompañada por el “Violonchelo 1700’ de las Colecciones Reales. El programa incluía música de Antonio de Literes, José de Torres y Giacomo Faco, música que pertenecía a la Corte. “Cantar en un escenario como el Salón de Columnas del Palacio Real es algo excepcional porque mentalmente te traslada a otros siglos. Y aún lo es más hacerlo acompañada de un instrumento que bien pudo ser utilizado a finales del siglo XVIII en el mismo lugar para interpretar las mismas partituras”, dijo.

El concierto se iba a celebrar con público limitado debido a la pandemia; sin embargo, al final se decidió hacerlo sin público y se grabó para el documental. “Fue un regalo para nosotros: la arquitectura, la pintura, la música y un instrumento que solo ves en una vitrina. Es un proyecto precioso con el que se ha podido llegar a mucha más gente”, señaló la soprano.

Junto a “Los Músicos de su Alteza” Eugenia Boix interpretó a Adonis en la ópera “Venus y Adonis”, de José de Nebra, en el Auditorio de Zaragoza y en el Auditorio Nacional de Madrid. “Me encanta hacer ópera. La escena me apasiona. Cuando tengo oportunidad lo disfruto muchísimo; no solo disfrutas de la parte vocal, sino que vives en tu ser entero el desarrollo y la creación de personajes”.

El año 2020 empezó muy bien para ella con conciertos en Madrid, en Viena… hasta que llegó el parón de la pandemia. “A mí se me rompió algo dentro. Y me quedé sin cantar. No podía. Durante dos meses no pude cantar. Nunca había estado sin cantar tanto tiempo. Algo dentro de mí se paralizó y no era capaz de ponerme a cantar”, manifestó. Fue para ella un descanso que le permitió reorganizar agendas anteriores e hizo que tomara conciencia de todos los lugares en los que había cantado en los años anteriores: India, Colombia, China Jerusalén…Cuando pudo volver a cantar se dio cuenta de cuánto le gustaba. “Hay algo que se produce en mi cuerpo cuando canto y que no me lo produce ninguna otra cosa. Es adictivo”.

En julio empezó ya en el Auditorio Nacional con un concierto en streaming. En este último año no ha cogido ningún avión, pero ha actuado en el Palacio Real de Madrid, en El Escorial, en el Auditorio de Zaragoza, en Santander, en San Sebastián, en Bilbao, en Valladolid… “He sido muy afortunada. Hay festivales que no existen, se ha reducido la actividad y, a pesar de eso, puedo seguir trabajando y seguir con mis conciertos”. Cantar ante un público con mascarilla le produce una sensación rara. “Ahora estamos aprendiendo a leer los ojos. Los ojos nunca han sido tan importantes como ahora”.

Eugenia Boix es un ejemplo de mujer innovadora y luchadora que triunfa en el arte musical con su voz, su temperamento, su sensibilidad y la forma que ha elegido de ejercer un oficio tan cosmopolita como el bel canto, sin salir de su casa de Monzón.