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EL PATIO DE LA INFANTA CONTADO PARA NIÑOS, SESIONES DIDÁCTICAS EN IBERCAJA

-Desde enero hasta junio, los más pequeños conocerán la historia del Palacio de Zaporta y su bello patio renacentista de la mano de la Infanta María Teresa de Vallabriga

-Con motivo de estas sesiones, la entidad de Ahorro ha editado un cuento para niños ilustrado por José Luis Cano

La propia Infanta María Teresa de Vallabriga es la encargada de contar a escolares de entre cinco y ocho años la historia del patio que lleva su nombre y del Palacio de Zaporta, donde estuvo ubicado originalmente. La Obra Social y Cultural de Ibercaja ha organizado, dentro de sus programas didácticos, unas sesiones que bajo el título “La historia del Patio de la Infanta contada para niños” se desarrollan de lunes a viernes por la mañana, hasta el mes de junio.

Con motivo de este programa, la entidad de Ahorro ha editado el cuento “Gabriel Zaporta y sus dos amores: su familia y su gran obra, el Patio de la Infanta”, escrito por María Belén Mateo Jiménez con ilustraciones de José Luis Cano. La publicación, que se regala a los niños que participan en las sesiones, tiene como objetivo despertar en los escolares la curiosidad por la construcción y la historia del Patio de la Infanta, además de iniciarles en la lectura y divertirles.

Cada mañana, en dos sesiones de 10 y de 11, la Infanta María Teresa de Vallabriga recibe a los grupos de escolares y les cuenta el cuento en el mismo Patio de la Infanta. De una manera amena y sencilla, el personaje introduce a los niños en la historia de España de los siglos XVI a XVIII.

Además de una entretenida lección de historia, los pequeños escuchan e incluso bailan con la música de la época de la Infanta, descubren los planetas escondidos entre la decoración del Patio, dibujan lo que la visita sugiere y participan en un coloquio. También pueden fotografiarse con su anfitriona, María Teresa de Vallabriga.

El objetivo de este programa es que los escolares se inicien en el conocimiento de uno de los monumentos más bellos que se conservan en la ciudad de Zaragoza, ejemplo emblemático del plateresco aragonés, con una espléndida decoración cargada de simbología y una interesante historia oculta entre sus piedras.


El PALACIO D E ZAPORTA

La casa-palacio de Zaporta fue construida, en el siglo XVI, en un gran solar situado entre las calles San Andrés y San Jorge, en Zaragoza. Allí vivieron el matrimonio Zaporta y sus descendientes hasta el siglo XVIII.

Después, la mansión fue vivienda de prestigiosos aragoneses, como Ramón Pignatelli, y durante los últimos años del siglo XVIII, de Doña María Teresa de Vallabriga, viuda de don Luis Antonio Jaime de Borbón, hermano del rey Carlos III; desde entonces se conocerá al edificio y al patio, como “Casa y Patio de la Infanta”. Durante el siglo XIX sirvió de establecimiento de diversos negocios e instituciones.

El núcleo central del edificio era una construcción realizada en ladrillo que se conservó hasta su demolición en 1903. El piso superior formaba una galería abierta por medio de vanos conopiales trilobulados y un bello rafe de madera, muy similar al que hoy muestra el Palacio de Pardo, actual Museo Camón Aznar de Ibercaja. La fachada principal, de tres plantas, fue reformada en el siglo XVIII, las ventanas se ampliaron a balcones destacando uno sobre la puerta principal. A la fachada le sucedía sin interrupción el artístico patio, de planta baja y piso.

EL “PATIO DE LA INFANTA”, JOYA DEL PLATERESCO

El “Patio de la Infanta”, verdadera joya del plateresco aragonés conservada por Ibercaja, es, seguramente, el patio renacentista más bello de Aragón. Su construcción sirvió de modelo en el desarrollo del arte plateresco posterior en una amplia área de influencia.

El patio está profusamente ornamentado con relieves realizados en yeso endurecido y sostenido por una serie de columnas labradas en alabastro; las del piso inferior llenas de relieves de formas antropomórficas y las de la galería superior de gusto clásico.

En el antepecho del patio destacan dieciséis medallones de personajes, reyes y caballeros de la época. Ocupando las esquinas de patio, se ordenan ocho escenas mitológicas: cinco historias fabulosas de Hércules y tres alegorías.

Toda la decoración del patio está cargada de simbología: los planetas, el amor, la religión, el imperio, la filosofía, los valores de la época, aparecen representados en él. Una de las representaciones más conocidas es un horóscopo matrimonial realizado con motivo de la boda de Gabriel Zaporta con su segunda mujer, Sabina Santángel.


DERRIBO DEL PALACIO

En 1894 el edificio sufrió un gran incendio, que afectó a toda la parte posterior del patio, dejando la casa en un estado ruinoso. Tras diversos intentos de recuperación, en 1903 se procedió al derribo.

La dirección del desmonte corrió a cargo de Luis de la Figuera y Lezcano. Algunas de las piezas de la carpintería mudéjar fueron a parar al Museo Provincial; el patio se vendió en 1904 al anticuario francés Fernand Schultz que lo instaló en su casa de París como escaparate de su negocio. Al alero y escalera se les perdió la pista.

Durante su estancia en París, el patio fue escenario de diversos actos, entre ellos el centenario de Lope de Vega, en 1935. No faltaron pretendientes a su compra, pero fue la Caja de Ahorros de Zaragoza -hoy Ibercaja- la que lo adquirió en 1958 y lo conservó embalado hasta 1980, fecha en que la entidad de Ahorro lo instaló en su sede central de Zaragoza.