El Museo Diocesano de Jaca volverá a abrir sus puertas al público el próximo 1 de marzo y lo hará con cuatro días de puertas abiertas, en las que la entrada será gratuita. El director general de Patrimonio, Jaime Vicente; la directora del museo, Belén Luque; la directora de la Obra Social de Ibercaja, Teresa Fernández Fortún; el alcalde de Jaca, Enrique Villarroya, y el vicario de la Diócesis de Jaca, José María Arcas, han querido mostrar a los medios de comunicación las instalaciones renovadas, que fueron inauguradas el pasado 9 de febrero por los Príncipes de Asturias y el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias.
La rehabilitación del museo se ha llevado a cabo gracias a un convenio entre el Gobierno de Aragón, Ibercaja, El Obispado de Jaca y el Ayuntamiento jacetano por el que se han invertido 1.694.109 euros (aportaciones del 26,55%, 26,55%, 41% y 5,9%, respectivamente).
Con esta actuación, el museo ha duplicado su superficie expositiva con la incorporación de nuevos espacios. El objetivo final ha sido adaptar estas instalaciones a las necesidades del siglo XXI.
Las obras se iniciaron en enero de 2009, año en el que se encargó la redacción del proyecto museístico a los arquitectos Javier Ibargüen y Ricardo Marco, y a los historiadores del arte Carlos Buil y Juan Carlos Lozano.
El Museo Diocesano de Jaca cuenta con una de las mejores colecciones de pintura mural románica que existen en España con piezas tan importantes como los conjuntos de Bagüés, Ruesta y Navasa, así como con una rica colección de pinturas, tallas, capiteles y elementos litúrgicos medievales.
La nueva distribución se divide en 13 ámbitos, que multiplican por dos la superficie expositiva del museo, gracias a la incorporación de nuevos espacios, como la Sala Capitular, las salas de la torreta, la biblioteca, el Secretum y el claustro, que recupera su función de deambulatorio.
Una gran parte de las piezas del museo han sido restauradas para su reapertura, actuación que ha sido llevada a cabo por el Servicio de Conservación y Restauración de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.
El museo cuenta, a partir de ahora, con espacios para oficinas y una sala polivalente que podrá ser usada para conferencias o talleres didácticos, todo ello ubicado en la parte superior de las salas de la torreta.
El nuevo montaje expositivo de las obras ha supuesto una selección más rigurosa de las piezas que podrá ver el público. El objetivo es que el visitante salga de las instalaciones con una idea clara de lo que ha visto. Además, se han incorporado al montaje museográfico elementos nuevos en el diseño (luces, sonido, audiovisuales…) cuyo propósito es hacer más amena y educativa la exposición, sin perder el sentido estético y científico.
MUSEO DIOCESANO DE JACA
ANTECEDENTES
El Museo Diocesano y Catedralicio de Jaca se inauguró en 1970 y está ubicado en el claustro de la catedral y dependencia anejas. Contiene una de las mejores colecciones de pintura mural (siglos XI al XVI) que existen en España con piezas tan importantes como los conjuntos de Bagüés, Ruesta y Navasa, así como una rica colección de pinturas, tallas, capiteles y elementos litúrgicos medievales.
LA INTERVENCIÓN
Los trabajos de restauración y ampliación han tenido un importe de 1.694.109 euros y se han financiado mediante un convenio de colaboración entre el Gobierno de Aragón (26,55%), Ibercaja (26,55%), Obispado de Jaca (41%) y el Ayuntamiento de Jaca 5,90%).
Asimismo, al margen del convenio, se han invertido alrededor de 110.000 euros en la restauración de diferentes elementos: documentos gráficos, conjuntos murales, maderas, elementos pétreos y metálicos, lienzos…
El principal objetivo de estas actuaciones ha sido mejorar el museo y adaptarlos a las necesidades del siglo XXI.
Las obras se iniciaron en enero de 2009, año en el que se encargó la redacción del proyecto museístico a los arquitectos Javier Ibargüen y Ricardo Marco, y a los historiadores del arte Carlos Buil y Juan Carlos Lozano.
PRINCIPALES NOVEDADES
El espacio museístico ha duplicado su superficie disponible con la incorporación de nuevas salas de exposición, especialmente la Sala Capitular, salas de la torreta, la biblioteca, el secretum y el claustro que recupera su función de deambulatorio.
Conservación de las colecciones y su restauración. Una gran parte de las piezas del museo han sido restauradas para su reapertura, actuación que ha sido llevada a cabo por el servicio de Conservación y Restauración de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.
Creación de nuevos ámbitos de uso restringido y para el personal. El museo cuenta, a partir de ahora, con espacios para oficinas y una sala polivalente que podrá ser usada para conferencias o talleres didácticos, todo ello ubicado en la parte superior de las salas de la torreta.
Nuevo montaje expositivo de las obras. El nuevo montaje ha supuesto una selección más rigurosa de las piezas que se exponen. El objetivo es que el visitante salga de las instalaciones con una idea clara de lo que ha visto. Además, se ha incorporado al montaje museográfico elementos nuevos en el diseño (luces, sonido, audiovisuales…) cuyo propósito es hacer más amena y educativa la exposición, sin perder el sentido estético y científico.
LOS ÁMBITOS
Ámbito 0. Acceso.
Ámbito 1. Sala Capitular. Las obras de restauración han otorgado nuevas cualidades a los espacios disponibles, recuperando la dependencia claustral de mayor calidad artística: la Sala Capitular. Ésta recupera su espacio arquitectónico unitario y se incorpora a los ámbitos visitables del museo. No se concibe como un espacio para exponer piezas sino para mostrar sus elementos arquitectónicos, entre los que destacan los capiteles románicos en su fachada y la techumbre de madera policromada.
Ámbito 2. El claustro románico. Queda liberado de su función como ámbito expositivo y queda ahora como “deambulatorio”, espacio de comunicaciones. En él pueden admirarse una selección de capiteles románicos que proceden tanto de dependencias de la catedral como del propio claustro, antes de que fuera remodelado a finales del siglo XVII.
Ámbito 3. Letra y Música (salas torreta). Las salas de la planta inferior de la torreta, a las que se accede desde la parte oeste del claustro, fueron en su origen el lugar donde se administraba justicia y la pequeña cárcel de la catedral.
Es un espacio fragmentado entre muros de carga y cuenta con cuatro pequeñas estancias sin luz natural, lo que les convierte especialmente aptas para la exhibición de pergaminos y piezas de pequeño tamaño.
Otros de los espacios está dedicado al archivo musical de la catedral y en él se exponen varios libros de coro y códices musicales. El montaje se completa con varios instrumentos musicales pertenecientes a la colección catedralicia.
La última sala de la torreta acoge un dispositivo interactivo multimedia a través del cual el visitante podrá conocer algunos de los tipos de toques de campaña que existían en la catedral de Jaca y cómo se ejecutaban.
Ámbito 4. Pintura Mural (Sala refectorio). Es el ámbito de mayores dimensiones del museo y alberga el grueso de la colección de pintura mural románica. En la década de los 60 se produjeron una serie de hallazgos continuados de pinturas murales medievales (románicas y góticas) que decoraban las iglesias y ermitas de la Diócesis de Jaca y que permanecían ocultas o en grave riesgo de desaparición. Estas pinturas fueron trasladadas y restauradas al claustro de la catedral, constituyendo el núcleo del museo.
La nueva exposición de las piezas en la sala ha querido recrear el antiguo uso de este espacio como “capilla”, situando en la cabecera el ábside con las pinturas de Osia (siglo XIII), mientras que a los pies se expone el gran conjunto mural del ábside de Ruesta (mediados del siglo XII).
Cada uno de los tramos de los muros laterales acoge unos paneles de madera que, a la manera de retablos, exponen los fragmentos conservados del resto de conjuntos de pintura mural procedentes de Navasa, Huríes, Sieso, Ipas, Sorripas y Concilio.
Ámbito 5. Sala Bagües. Constituye “la joya” de la colección del museo y el conjunto pictórico más importante que se conserva en España del estilo románico. Ha sido considerada como la Capilla Sextina del Románico y en las escenas conservadas (correspondientes a los muros laterales y el ábside de la iglesia) podemos contemplar la más completa “Biblia de los pobres”.
Estas pinturas han sido datadas en el último tercio del siglo XI (entre 1080 y 1096). Fueron incorporadas al Museo Diocesano de Jaca en 1970, para lo que se adaptó una antigua dependencia claustral intentando reconstruir la planimetría de su iglesia de origen.
El nuevo espacio expositivo mantiene la configuración de la sala, pero añadiendo unos bancos que, a modo de nave de la iglesia, servirán para el descanso y la mejor contemplación de estas obras.
Asimismo, a los pies de la sala se proyectará un recurso multimedia en el que se explica la técnica de la pintura mural y del arranque de las mismas.
El acceso a esta sala se efectúa a través de otra de las grandes joyas del museo: la reja románica de Santa María de Iguácel (siglos XI-XII).
Ámbito 6. Románico (Sala capillas claustrales). Estas salas ya formaban parte del espacio expositivo, pero ahora se han querido recuperar las divisiones murarias primitivas que independizaban cada una de las tres capillas (capillas de Santa Margarita, Santa Lucía, y San Felipe). Los antiguos muros se simulan mediante vitrinas de doble cara expositiva que acogen una selección de tallas románicas, entre las que destaca la de la Virgen de Santa María de Iguácel (siglo XII).
Los ámbitos 7, 8, 9, 10 y 11 corresponden al porche, el vestíbulo y núcleo de comunicación, al jardín arqueológico, al patio ajardinado y al núcleo de comunicación, respectivamente.
Los ámbitos 12 y 12-B. Gótico, Renacimiento y Barroco (Sala Biblioteca). Estas salas se ubican en el segundo piso del museo y se incorporan como espacios expositivos de la colección permanente del museo. Hasta ahora, habían formado parte del antiguo archivo y biblioteca catedralicios.
Recogen una selección de obras a partir del periodo gótico, acabando con las más recientes que son los bocetos de Fray Manuel Bayeu para la decoración del presbiterio de la seo jaquesa.
Destacan por su importancia histórico-artística la selección de piezas góticas en las que se pueden ver representadas las tres corrientes evolutivas del estilo: Corriente lineal o francogótica (por ejemplo, el frontal del altar de Santa Maria de Iguácel); la corriente internacional, representada por el grupo escultórico de la Epifanía, y la corriente hispano-flamenca, cuya pieza más importante es una tabla que representa la Virgen con niño entronizada con ángeles músicos, procedente de Sorripas.
Dentro del apartado del Renacimiento destaca un grupo escultórico del Santo Entierro, realizado en madera dorada. En el caso del Barroco, forman parte de la colección los bocetos de Fray Manuel Bayeu para la decoración del altar mayor de la catedral.
Ámbito 13. Secretum. El Secretum era el espacio destinado por los canónigos de la catedral para guardar importantes piezas de orfebrería del tesoro litúrgico del templo, así como algunos documentos de vital importancia para el patrimonio eclesiástico como actas notariales y escrituras de propiedad.
Con la reapertura del museo, este espacio se hace visitable y en él podrán verse cuatro grandes piezas de orfebrería: la cruz procesional y el copón de Bagües, el cáliz de Lanuza y la custodia de la Minerva de la catedral de Jaca.
Las pinturas al fresco del siglo XVI que decoraban la bóveda de crucería y los muros de este ámbito han sido restauradas, pudiendo contemplarse ahora su rico programa iconográfico, basado en una representación de los signos zodiacales, los evangelistas, parte de las virtudes teologales y la escena de la entrega de las tablas de la ley a Moisés.