El acto de inauguración ha contado con la presencia del director de la Obra Social de Ibercaja, Juan Carlos Sánchez; el presidente de la Academia de Bellas Artes de San Luis, Domingo Buesa; el vicepresidente primero de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis, Fernando Alvira; la comisaria de la exposición y jefe del programa de Educación y Cultura de la Obra Social de Ibercaja, Magdalena Lasala y el director del Centro Ibercaja Huesca, Roberto Cerdán.
La muestra consta de 90 piezas, entre las que hay dibujos originales, grabados, 1 óleo y un borrón en aguada. Incluye tres piezas de Goya: un dibujo de Academia (Laoconte), un óleo (representa a Pignatelli) y el borrón (que se utiliza para la portada y cartel de la exposición), que es una aguada y tinta representando a una figura masculina con turbante. Otra de las piezas principales de la exposición es la "Cabeza de anciano”, dibujo de carboncillo y clarión de Francisco Bayeu, muy importante. La exposición incluye once dibujos italianos de la Colección de dibujos de Pignatelli que sólo se han expuesto en el Patio de la Infanta. Muestra también once grabados de Jean B. Piranesi con arquitecturas sobre edificios de Roma, varios estudios ornamentales en grabado y una selección de dibujos que realizó Antón Rafael Mengs sobre algunos de los rostros de la famosa Escuela de Atenas, pintada por Rafael Sanzio de Urbino en las estancias vaticanas entre 1509 y 1510.
Las obras pertenecen a las colecciones de La Academia y la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País y son representativas de las formas de trabajo de los artistas alumnos de la Academia, entre los que destaca Buenaventura Salesa, Ramón Bayeu y Carlos Espinosa, que llegaron a ser artistas muy considerados en su época (final s.XVIII y s.XIX).
Esta muestra cierra en Huesca, con una selección ampliada de obras, la itinerancia realizada por los Centros Culturales de Ibercaja de Guadalajara y Logroño, siendo la primera vez que se exponen fuera de Zaragoza.
Las piezas que se muestran en la exposición sirvieron como pauta para la formación de los profesionales que diseñaron desde la mente racional y exacta de los principios ilustrados, el espejo de la realidad que servía para el estudio de las Ciencias y las Artes: la Medicina, la Industria, la Arqueología, la Botánica, la Mecánica y el Arte Clásico se sirvieron del Dibujo como única forma de reflejar en documentos y libros las posibilidades de estudio para investigar y diseñar el futuro. Entre los profesores de excepción que dejaron su impronta en esta institución, está el propio Francisco de Goya.
Un modelo de enseñanza basado en el arte
La Real Sociedad Económica de Aragón, fundada por 1776, consciente de la importancia del dibujo para el avance de las ciencias y la creación del arte, inauguró el 19 de octubre de 1784 sus clases de dibujo en las salas bajas de la casa de Zaporta (hoy el famoso Patio de la Infanta), financiada por el empresario don Juan Martín de Goicoechea (1732-1806). Años después, en abril de 1792, el propio Goicoechea, el pintor Bayeu, el canónigo Pignatelli y don Juan O´Neill, capitán general del Reino de Aragón y presidente de la Real Sociedad Económica, ayudados por el conde de Aranda, logran que el rey Carlos IV convierta la Escuela de Dibujo en la Real Academia de Bellas Artes de San Luis. El presidente de la Academia fue el director de la Económica, entidad fundadora, y el mecenas Martín de Goicoechea fue nombrado vicepresidente perpetuo en reconocimiento a su trabajo.
La Real Academia y la Económica diseñaron un modelo de enseñanza que buscaba descubrir el talento artístico de sus alumnos, a los que consideraba artistas y no artesanos. Las clases de dibujo compaginaban la educación humanística (estudiando Historia y Filosofía) y la formación científica en Geometría, Perspectiva y Anatomía, sin olvidar las clases prácticas de dibujo copiando del natural y los premios que impulsaran la labor de los artistas. Todos los alumnos recibían enseñanzas de Pintura, Arquitectura, Escultura y Grabado, con una formación técnica, a través de los vaciados de obras antiguas con los que trabajaban en los cuadernos de clase y en esos dibujos al carboncillo, de gran detalle y buen modelado de luces, que se conocían con el nombre de “Academias”. Pintores, arquitectos, escultores y grabadores se educaron en sus aulas, en las que se exhibían colecciones de estampas calcográficas que permitían conocer el arte italiano. Los grandes pintores del momento impartieron unas enseñanzas de las que se beneficiaron los futuros artistas.
La Escuela de Dibujo de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País
Los alumnos de la Escuela de Dibujo que fundó la Económica y que mantuvo la Real Academia copiaban obras de la antigüedad en pequeños cuadernos y hacían “Academias”, nombre con el que se conocen estos dibujos sobre el cuerpo humano desnudo que fueron la base del aprendizaje académico, comenzando con el dibujo de modelos de yeso y concluyendo con el dibujo del natural. Hechas al carboncillo, son obras hechas con gran detalle y cuidando el modelado de luces y sombras, además de aplicar líneas de tiza para realzar el volumen.
La importante colección de “Academias” con las que trabajaron los alumnos, conservadas en los fondos de la Económica y la Academia, son obra de importantes artistas de finales del siglo XVIII y del siglo XIX, entre los que hay obra de Francisco Bayeu y de su cuñado Francisco de Goya, que muestra su hacer personal frente al trabajo muy reglado de los demás.
Las colecciones de copias de piezas antiguas, las donaciones y la aportación de los nuevos y aventajados alumnos ha permitido crear una importante colección artística que actualmente tiene, en depósito, el Museo de Bellas Artes de Zaragoza, que empezó a organizar la Real Academia a partir de 1835.
EXPOSICIÓN: “Francisco de Goya y la Academia de Bellas Artes de San Luis”
LUGAR: Centro Ibercaja Huesca. Plaza Conde de Guara, 1
FECHAS: Del 25 de abril al 27 de mayo de 2018
HORARIO: De 10 a 14 y de 17 a 21 horas
Más información: https://obrasocial.ibercaja.es/cultura/huesca/exposicion-goya-y-la-academia-de-bellas-artes-de-san-luis