El impacto de la inversión de la Obra Social, medido en euros por persona, ha crecido un 49,8 por ciento en tan sólo cuatro años. En 2007, cada español recibió de la Obra Social de las Cajas de Ahorros 40,36 euros frente a los 26,94 de 2004, fecha en la que se realizó, por primera vez, la valoración del impacto de la Obra Social en colaboración con PriceWaterhouseCoopers. Este estudio es pionero en el mundo en la medición del impacto de las iniciativas sociales de empresas privadas, en este caso las Cajas de Ahorros españolas, en la riqueza y en las estructuras sociales de los territorios donde operan. El objetivo de este análisis es evaluar a qué personas y territorios alcanza la inversión social realizada por las Cajas de Ahorros.
El estudio editado por la CECA se divide en dos grandes bloques: el impacto social y el impacto económico (creación de riqueza y empleo).
En cuanto al primero de los impactos, se ha identificado que la Obra Social en España contribuye a una mayor cohesión geográfica, social y económica; es complementaria con la labor de las Administraciones públicas y cubre de manera directa la práctica totalidad de la población.
En cuanto a los indicadores de cohesión geográfica, por ejemplo, es de destacar que son las provincias con niveles más bajos de población las que atraen mayor parte de la inversión de Obra Social.
Entre los indicadores de cohesión social es posible resaltar el que hace referencia a los euros invertidos por persona en función de su grupo de pertenencia. En él se pone de manifiesto que, en función de los programas específicos para cada grupo, son los discapacitados, con 46,5 euros por persona, quienes más recursos reciben de la Obra Social, por delante de las personas mayores (20,7 euros por persona), los jóvenes (10 euros por persona) y los inmigrantes (2,8 euros por persona).
En relación con los criterios de cohesión económica, la Obra Social ha aumentado, en comparación con los datos el anterior informe, los recursos que dedica a los municipios con menor renta y mayor riesgo de exclusión. Así, mientras que en 2004 la inversión en los municipios de menor renta (6.400 euros per cápita) era de 13,81 euros por persona, el año pasado esta ratio ascendió a 31,4 euros por persona. No obstante, la inversión sigue siendo proporcionalmente más alta en municipios de mayor renta, debido a que la Obra Social concentra en estas ciudades centros y actividades que dan servicio a toda la población, en lo que se denomina “efecto capital de comarca”, “capital de provincia” o “capital de Comunidad Autónoma”.
En el segundo gran bloque del estudio, el análisis de creación de empleo y riqueza, se pone de manifiesto que la Obra Social de las Cajas es un elemento generador de riqueza y empleo como cualquier otro sector productivo de la economía española. De hecho, la Obra Social se sitúa por encima de la media de sectores en el impacto en el PIB y también por encima de la media en cuanto a generación de puestos de trabajo. En relación al anterior informe, se ha detectado que la Obra Social es aún más intensiva en creación de riqueza y empleo de lo que fue en 2004. En este sentido, hace cuatro años, la Obra Social creaba menos empleos que la media de sectores productivos, mientras que en 2007 ya superaba esta media.
Una de las razones que lo explican se encuentra en el hecho de que el giro experimentado por la Obra Social hacia las actividades asistenciales participa en sectores más intensivos en mano de obra y en la generación de riqueza.
Del total de empleos generados (mantenidos y creados en el año), 3.481 corresponden a empleo directo de las Obras Sociales, 18.745 corresponden a puestos indirectos contratados, mientras que el empleo inducido sumó la cifra de 14.360 empleos.
El impacto económico se ha dividido en varios capítulos, el primero de los cuales es la contribución al Producto Interior Bruto. Esta contribución fue de 1.475 millones de euros, que descontada la acción exterior de las Cajas, supone una aportación a la riqueza nacional de casi un euro generado por cada euro invertido, por encima de la media de sectores productivos. El otro capítulo relevante es el movimiento económico, o impacto en la producción, entendido como la totalidad de la facturación de los sectores relacionados con la actividad social de las Cajas. Este movimiento económico supuso 3.068 millones de euros el año pasado, en una ratio de dos euros por euro invertido por la Obra Social.
La cuantificación y evaluación del impacto de la Obra Social pone de relieve la posición de las Cajas como primeros inversores privados en actividades de interés para la sociedad y como agentes más avanzados en políticas de responsabilidad social de nuestro país.
Según el modelo de valoración de impacto, todas las áreas de la Obra Social son eficientes en términos de creación de riqueza y empleo, aunque destacan I+D, Educación y Medio Ambiente, que se sitúan muy por encima de la media. Por eficiencia se entiende cuánto valor crea cada área de la Obra Social por cada euro que invierte en la misma cuantía. Por ejemplo, por cada euro que recibe el área de I+D, se aprovecha el 93 por ciento, es decir se producen 93 céntimos de euro nuevos.
