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“ARTE SOBRE LA PIEL”, CIEN AÑOS DE MODA FEMENINA

- En Ibercaja, exposición didáctica que reúne trajes de Christian Dior, Yves St. Laurent, Valentino, Balenciaga, Mary Quant y Jean Paul Gaultier, entre otros. 

- La muestra se prolongará hasta el 8 de octubre y complementa el XIV Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores organizado por ICIJA.
 

(ZARAGOZA, 9 SEP.)- Hasta el 8 de octubre, Ibercaja acoge la exposición “Arte sobre la piel. 100 años de moda femenina” una interesante muestra de carácter didáctico que presenta un recorrido por la ropa femenina a lo largo de un siglo, desde 1890 a 1980. La exposición incluye diseños de grandes maestros entre los que se encuentran piezas de Christian Dior, Pierre Balmain, Giorgio Armani, Yves St. Laurent, Jacques Fath, Valentino, Balenciaga, Mary Quant y Jean Paul Gaultier. 

La muestra reúne más de setenta vestidos que ilustran al visitante sobre la evolución de la moda de la mujer por etapas cronológicas. En la selección de las piezas los organizadores han buscado los trajes que mejor representan cada periodo y, además, otros modelos por ser espectaculares o curiosos o contener elementos en los que la evolución es más evidente. 

Los trajes proceden de colecciones particulares de Francia, Méjico, Italia, Estados Unidos y de algunas familias de Zaragoza. También de Museos (como el Howard Castle, en Inglaterra) y de los Universal Studios de Hollywood, de vestidos de películas de los años 30 y 40. 

El visitante que recorra la exposición contemplará la transformación del vestuario femenino paso a paso, en cinco periodos que abarcan 1880-1990, 1901-1917, 1918-1930, 1931-1947 y desde 1950. La segunda parte de la muestra reúne piezas de catorce grandes modistos que han hecho historia en la alta costura; son modelos diseñados entre 1948 (un vestido de verano de Christian Dior) y 1999 (una chaqueta juvenil sport de Balenciaga). 

Esta exposición es un complemento del XIV Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores, organizado por el Instituto de Ciencia e Investigación Juvenil de Aragón (ICIJA), cuyas sesiones de trabajo tuvieron lugar durante el mes de julio, también en Ibercaja. El coordinador de la muestra es Mario Onieva. El horario de apertura será de lunes a viernes, de 18 a 21 horas; los sábados, de 11 a 14 horas y de 18 a 21, y los domingos y festivos, de 11 a 14. 

Tras su paso por Zaragoza, la muestra “Arte sobre la piel. 100 años de moda femenina” viajará al Centro Cultural Ibercaja en Huesca, donde podrá contemplarse del 19 de octubre al 30 de noviembre. 

LA HISTORIA Y LA MODA 

Según los organizadores de la exposición, “La evolución del vestido femenino resume los grandes acontecimientos del siglo XX, tanto sociales como bélicos o políticos. La liberación de la mujer, las grandes crisis económicas, la revolución sexual,...todo ello está perfectamente representado en los vestidos femeninos”. 

Por otra parte, hoy el vestido está considerado como una obra de arte. En los grandes museos existen espléndidas colecciones de ropas y trajes y la obra de los grandes modistos es expuesta frecuentemente en Museos de Bellas Artes en todo el mundo. 

Las piezas más antiguas que reúne la muestra son las del periodo 1880-1990; vestidos largos con amplias faldas y largas colas. En esa época los príncipes de Gales se han convertido en modelo a seguir por toda Europa, tanto en el vestir como en sus actitudes y formas de comportamiento. La moda femenina se diseña en París, a partir de modelos que se confeccionaban para personalidades como la Princesa de Gales y la Emperatriz de Austria, la mítica Sissi. Ambas mujeres tenían el mismo modisto, Worth, que se hizo enormemente famoso. 

El periodo 1901-1917 está representado con elegantes vestidos de fiesta, de tarde y de noche. Han desaparecido los polisones y los corsés de etapas anteriores. La silueta femenina refleja ligereza, los diseños están influidos por las sinuosas formas orgánicas del modernismo y los vestidos se llenan mallas, calados, lazos y flores. 

La Primera Guerra Mundial altera profundamente las condiciones de vida de toda la sociedad europea. Las mujeres, obligadas a reemplazar a los hombres en las tareas más diversas para que la actividad del país continúe, reclaman una simplificación en las formas de vestir; son necesarias ropas que sirvan para el trabajo: se acortan las faldas y se suprimen elementos decorativos para ganar libertad de movimientos. 

Tras la Guerra, la evolución del vestido continúa, las faldas siguen acortándose hasta llegar a la altura de la rodilla. Los vestidos se tornan ligeros y transparentes, el talle desciende a las caderas, la silueta tubular se adorna con volantes y lentejuelas. Del periodo comprendido entre 1918 a 1930, la muestra reúne vestidos de tarde, de baile y un traje de novia en seda color marfil. 

DE LOS AÑOS 30 A “LA ALTA COSTURA HA MUERTO” 

La exposición continua con la moda del periodo 1930-1947. Durante los años treinta la sociedad europea sufre las consecuencias de la crisis de 1929 en Estados Unidos. Las mujeres no podían comprar vestidos y reformaban los que ya tenían o acudían a los complementos para estar a la moda: pañuelos, gafas de sol y sombreros. La moda se vuelve más tradicional, el talle vuelve a su posición natural. Sencillos vestidos de calle, típicos de la era “Depression” y vestidos largos de baile y de fiesta, representan esta etapa. 

El último periodo representado en la exposición parte de la década de los cincuenta, con vestidos de línea muy femenina. Tras la Segunda Guerra Mundial y la dura posguerra, la gente necesitaba una realidad nueva más alegre y esperanzadora. En 1947, Christian Dior presentó por primera vez una colección de ropa explosiva y lujosa, que fue acogida con júbilo y admiración. Fue bautizada como estilo “New Look” y determinó el rumbo de la moda durante quince años. 

Esta nueva moda representaba la vuelta a la prosperidad, la feminidad y el glamour y el resurgir de los tradicionales roles de hombre y mujer, que se habían difuminado durante los periodos bélicos. Comienza la obsesión por las marcas que siguen teniendo tanta influencia hoy en día. 

Los años sesenta marcan el inicio de una nueva era: la televisión, la revuelta estudiantil del 68 en París, la llegada del hombre a la Luna... La moda se ve influida por los nuevos tiempos, la juventud trata de mostrar su cuerpo para diferenciarse de épocas anteriores. En 1963 Mary Quant causó una enorme conmoción al presentar en la revista Vogue la minifalda, que mostraba la pierna muy por encima de la rodilla. 

Por oposición a la moda de los años cincuenta, ahora se trata de eliminar los contrastes entre sexos. Los papeles de la moda se intercambian, los hombres visten ropas ceñidas, mientras que las mujeres ocultan sus formas con vestidos amplios, asexuados. Se popularizan los materiales baratos y las hechuras sencillas; la alta costura pasa por una etapa de crisis. A finales de la década de los sesenta Balenciaga cerró su casa diciendo “La Alta Costura ha muerto”. 

La última parte de la exposición muestra una selección de modelos diseñados por algunos de los mejores modistos del mundo: Christian Dior, Jacques Fath, Pierre Balmain, Giorgio Armani, Pauline Trigere, Oleg Cassini, Hanae Mori, Bill Blass, Hardy Amies, Yves St. Laurent, Valentino, Balenciaga, Mary Quant y Jean Paul Gaultier 

XIV CONGRESO DE INVESTIGACIÓN JUVENIL 

El XIV Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores contó un centenar de participantes españoles y extranjeros de edades comprendidas entre los 13 y los 24 años, procedentes de Aragón y de otras Comunidades Autónomas – Madrid, Valencia, Cataluña y Castilla-León- y de países como Rusia, Bulgaria, Bélgica, Marruecos, Portugal y Francia. 

Este año los investigadores presentaron ponencias y trabajos sobre materias relacionadas con ciencias, humanística, técnica, etc. Entre los trabajos destacan algunos títulos como “Estudio de la obesidad en la población de estudiantes de Calamocha”, “La educación en la II República: una aspiración de libertades”, ambos de congresistas aragoneses, y “Estudio de toxicológico de metales pesados en especies vegetales” y “¿Qué podemos leer en un cadáver?” de jóvenes extranjeros.

Este encuentro, de periodicidad anual, tiene como objetivo dar publicidad a los trabajos que los jóvenes realizan a lo largo del año y promover la investigación y el empleo creativo y cultural de su tiempo libre.

INSTITUTO DE CIENCIA E INVESTIGACIÓN JUVENIL DE ARAGÓN (I.C.I.J.A)

El Instituto de Ciencia e Investigación Juvenil de Aragón, I.C.I.J.A., tiene como objetivo fundamental el ofrecer a los jóvenes menores de 24 años la oportunidad de emplear su tiempo libre en actividades formativas y creativas, de índole científica, abarcando cualquier área de conocimiento, y fomentar las relaciones con otros jóvenes estudiosos, españoles y de otros países. Se trata también de formar hábitos de investigación y despertar la afición entre los jóvenes por los temas culturales.

Para favorecer el enriquecimiento personal, la asociación procura que en la mayor parte de sus actividades estén presentes jóvenes de numerosos países. Está en relación con prácticamente todos los países europeos, desde Rusia o Polonia, hasta Bélgica, Portugal o Bulgaria, lo cual contribuye a un mayor enriquecimiento personal de los socios.

A lo largo del año se realizan visitas culturales, cursos de introducción a las ciencias o a temas culturales y, sobre todo el Congreso Internacional, que cuenta con la colaboración de Ibercaja y donde se reúnen más de un centenar de participantes, para presentar los trabajos que han estado elaborando a lo largo del año, con una media alta de interés y calidad.