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AINOHA ARTETA: “LA NECESIDAD TE HACE VIRTUOSO”

. La soprano ha participado hoy en el ciclo “Caja de Música”, que organiza y emite Fundación Ibercaja en su canal YouTube

. Arteta ha dicho que “la cultura sana el alma. Es un alimento absolutamente necesario para la emoción y el alma del ser humano”
ZARAGOZA.- “La necesidad te hace virtuoso”, ha afirmado hoy la soprano Ainhoa Arteta en el canal YouTube de Fundación Ibercaja. La cantante se siente “un ser afortunado porque he podido ejercer de todo lo que he querido siempre”, ha confesado, y ha afirmado que en sus comienzos fue autodidacta.  “Cuando necesitas mucho, mucho, mucho hacer algo, acabas siendo virtuoso de ello”, ha dicho. Ainhoa Arteta ha participado hoy en la segunda sesión del ciclo “Caja de música”, un espacio de encuentro virtual con los mejores músicos del momento que organiza Fundación Ibercaja.

La videoconferencia puede verse en el siguiente enlace: (446) Ainhoa Arteta en Caja de Música - YouTube.

La jefe del Área de Cultura de Fundación Ibercaja, Mayte Ciriza, ha presentado la videoconferencia, y ha recordado que “La música nos cambia el estado de ánimo y beneficia seriamente la salud”, y ha presentado a Ainhoa Arteta como “una voz cargada de emoción e intensidad que consigue rozar el alma del espectador en cada interpretación”.

La soprano, que ha conversado con el periodista y crítico musical Alejandro Martínez, ha explicado que se convirtió en profesional de la canción lírica tras ganar el concurso Metropolitan Opera National Council Auditions de Nueva York. A pesar de ello, la soprano reconoce que los concursos “no son fáciles y yo no estoy hecha para ellos porque nunca me ha gustado la competencia desleal”.

Su vocación de cantante comenzó mucho antes: “En casa, desde pequeña, siempre estaba cantando y bailando”. Su padre, profesor, no tardó en advertir sus cualidades. “Él fue el primero que se dio cuenta de que yo había elegido ya un camino en el que yo me desarrollaba sola”, ha recordado Arteta. Cuando tenía solo seis años, le regaló “Carmen” de Bizet. “Cuando descubrí la voz de María Callas me quedé paralizada por primera vez”. 
Además de en el Metropolitan Opera, ha actuado en el Carnegie Hall, Covent Garden, Bayerische Staatsoper y la Scala de Milán, entre otros, y se ha puesto en la piel de personajes principales de óperas como La Traviata, La Bohème, Romeo et Juliette y Manon Lescaut.

De todos los personajes, “Tosca” es, según Arteta, el que mejor la define. “Es uno de los roles con los que más me siento en mi piel. Soy una mujer con tremendo carácter”. “En mitad del caos sale esta oración que es un bálsamo en una mujer que está a punto de perder los estribos”, ha señalado Ainhoa Arteta y ha confesado que se emociona en este punto de su interpretación.

Ha subrayado la importancia que tiene en su trabajo cualquier acontecimiento de la vida. “Todo, hasta lo más traumático, viene muy bien en esta profesión, que es una profesión de sacrificios, de entrega. Estás ante el público y parece que eres Dios y luego te vas al hotel y estás solo”, ha dicho, y ha añadido que “se echa mucho de menos a la familia, más si tienes hijos. Tú estás actuando, pero la vida sigue”.

Cuando se enfrenta a un papel nuevo, Ainhoa Arteta comienza a trabajar con la partitura. Le gusta ser fiel a la partitura. “Lo que está escrito en la partitura está por algo. Son muchas horas las que el compositor ha dedicado a ella, y por algo será. Todo está examinado”. “Para que la partitura me entre en voz y para trabajar la dosificación del flujo de aire, hago calentamientos. Utilizo esta primera etapa de mi estudio para fijarme todo lo que está escrito en la partitura: silencios, puntillos, corcheas con puntillo, semicorcheas… Primero es saber dónde tiene que estar la voz. Luego voy añadiendo vocales (sin consonantes) y luego las consonantes”.

La literatura es la otra parte de su preparación. Las obras, los personajes, las biografías de los compositores…son parte importante de su estudio cada vez que tiene que preparar un nuevo papel. Luego vienen los ensayos musicales, con pianista primero y con director de orquesta después.

La soprano ha señalado que la ópera no es trabajo solo de los cantantes y de los músicos. Ha destacado el esfuerzo y el extraordinario trabajo que desarrollan todos en el teatro. “Me encantaría que algún teatro tuviera la buena idea de dejar el telón abierto en los descansos para que el público vea a todas las personas que trabajan: peluqueros, tramoyistas, técnicos… La ópera es un trabajo en equipo. Todos, hasta los técnicos, deberían salir a saludar”.
Arteta se ha visto obligada a posponer algunas funciones debido a la pandemia. Y ha aprovechado la videoconferencia para hacer un “llamamiento a la conciencia de todos. Esto no es ninguna broma. Estamos jugando con la salud”, ha dicho.

Y ha destacado el imprescindible papel que la música en particular y la cultura en general desempeñan siempre y, sobre todo, en estos momentos. “Hemos comprobado que, a pesar de la pandemia, el arte, la música, la actividad cultural jamás se va a parar. Tiene que morir el mundo para que muera la música, el arte o la cultura porque es algo intrínseco a todos nosotros”, ha dicho, y ha añadido que “la cultura sana el alma. Es un alimento absolutamente necesario para la emoción y el alma del ser humano. Incluso de cualquier ser vivo. Mientras exista un ser humano va a estar haciendo arte. Es una materia que viene desde adentro”.

La soprano ha subrayado las garantías de seguridad que ofrece el teatro a los espectadores. “Hoy entrar en un teatro es entrar en un quirófano: se hacen pruebas, los ensayos se hacen con mascarilla...”. El próximo mes de mayo interpretará “Tosca” en Abao Bilbao Ópera, y está previsto que el 10 de junio ofrezca un concierto en el Auditorio de Zaragoza. Ainhoa Arteta ha confesado “adora” el Auditorio de Zaragoza. Ha explicado que el Auditorio de Zaragoza ha estado presente en su carrera desde el principio y ha asegurado que tiene “una de las mejores acústicas del mundo”.

Además de sus proyectos en los escenarios, Arteta se ha referido a la docencia. “De aquí a no muchos años me gustaría incorporar poco a poco la docencia para traspasar el legado. A mí me lo trasladaron los más grandes y no me gustaría que cayera en saco roto”.