Amnesia Lofish

Amnesia Lofish

Amnesia Lofish escribe desde siempre, entre sus publicaciones más recientes se encuentran la novela Allí donde nace el frío (Hela Ediciones, 2021) y el relato “Los sombreros de Julia y Toni” en De locos y sombreros (Amazon, 2023). Aunque el 2024 viene cargado de sorpresas.

Ya no hay golondrinas en la ciudad:

A veces me siento en la silla que tiene mi madre en el balcón, enciendo un cigarro y observo la calle. Tengo la sensación de que no ha cambiado en años y al mismo tiempo ya no queda ningún negocio de los noventa: ni la panadería, ni la tienda de lanas, ni el kiosko de la esquina en el que recargaba el bonobús. Los árboles son más anchos aunque podan sus ramas cada dos años, los bancos se cambiaron hace una década, la parada del autobús solo tiene un par de meses.

 

Cielo Azul Klein:

De pequeña, mi madre me parecía la persona más inteligente del mundo, con sus preguntas imposibles, sus consejos sobre los colores, qué zapatos me quedaban mejor o cómo debía peinarme para no darme tirones en el pelo. También la más guapa, y a la que más quería. Después, crecí. 

 

Cielo Azul Klein:

La primavera trajo consigo lluvias, flores, vacaciones y un bebé. O igual fue Winnie quien llevaba la naturaleza pegada a la piel. Nada más verla perdoné a mi madre que la quisiera más que a mí, porque yo también la quería más que a ella.

 

Los sombreros de Julia y Toni:

La lluvia del otoño fue un jarro de agua fría, la nieve del invierno ralentizó el tiempo, la primavera llegó y se marchó silenciosa y un nuevo verano apareció sofocante.

 

Los aviones no pueden volar:

Imagínate la escena como si fuera una película, ¿vale? Suena una melodía alegre, con un acordeón o una armónica, rítmica. La cámara pasea sobre los tejados de París, enseña los lugares más emblemáticos de la ciudad, ¡sí, Notre-Dame también, por supuesto! Aparece un perro corriendo por un parque, que es Tullerías, (igual no lo ubicas en el mapa pero te digo yo que lo estás poniendo ahí, o en los Campos de Marte, en cualquier caso no son los Campos Elíseos); a un niño se le cae un helado, ¡ooooh, pobrecito! Nos acercamos a Montmartre dando un salto espacio-temporal, el barrio con las calles más bonitas de la ciudad, hacen un plano del Sacre-Coeur y se está celebrando una boda. ¡Que vivan los novios! Y a partir de ahí nos adentramos entre las callejuelas hasta llegar a una calle exacta con un café exacto: estamos en Rue Lepic, en el Café des Deux Moulins, famosísimo por aparecer en la película de Amelie. En una de las mesas de sillones acolchados rojos y ante un cartel de la película, hay un grupo de cuatro jóvenes. ¡Y ahí me tienes, mirando a la cámara para empezar a contarte mi historia, como si estuviera en un capítulo de The Office!

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