Granollers (Barcelona), 1.III.1863 – Barcelona, 11.V.1931
Numerosas personas han perdido su empleo debido a la crisis del Covid-19. Afortunadamente, en pleno siglo XXI, contamos con una serie de mecanismos que permiten percibir un ingreso a quienes han quedado parados. Esta ayuda, la prestación por desempleo, tiene su origen en unas reformas ideadas hace más de un siglo y que tuvieron en José Maluquer y Salvador a uno de sus protagonistas.
Maluquer había trabajado en el sector de los seguros, pero en 1900 se inició en el ámbito público. Formó parte del Instituto de Reformas Social (1903) que pretendía mejorar la situación laboral y social de la población. Derivado de este, en 1908, se creó el Instituto Nacional de Previsión (INP), con participación del Gobierno, las organizaciones patronales y los sindicatos, que buscaba gestionar una incipiente seguridad social, que en un principio era de carácter voluntario, y que fue un antecedente directo de la actual. En definitiva, Maluquer realizó una ardua labor en la difusión de la previsión social, iniciada desde el sector privado, pero con el anhelo de una mayor intervención de la administración pública.
Hijo de José Maluquer de Tirrell y de María Salvador y Collaso, perteneció a una saga de abogados y políticos liberales catalanes. La carrera política de su padre, senador sin interrupción desde 1876, comportó que realizara sus estudios secundarios en Madrid, en el colegio de San Isidro, manteniendo la vinculación con Barcelona, donde residía habitualmente su familia, y con San Juan Despí, donde ésta tenía propiedades. Realizó estudios de Derecho también en Madrid, obteniendo el grado de doctor.
Ejerció como abogado, especializándose en el sector de los seguros. Trabajó, primero en Barcelona y después en Madrid, como secretario general de la delegación española de la sociedad norteamericana de seguros La Equitativa, cargo del que dimitió al estallar la guerra con los Estados Unidos de 1898. En 1888 fue también profesor auxiliar en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid. En esta ciudad desarrolló una importante actuación en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, de la que fue secretario general y vicepresidente segundo, dinamizando sus actividades, escribiendo su historia y estableciendo relaciones con corporaciones análogas latinoamericanas, algunas de las cuales le nombraron socio de mérito. En las décadas de 1880 y 1890 publicó algunas obras de Derecho.
A diferencia de otros miembros de la saga Maluquer, no militó activamente en la política de partido ni ocupó cargos parlamentarios. Como ellos, tuvo simpatías liberales y catalanistas. Su vinculación al sector de los seguros, pero también la tradición liberal familiar y en especial las actuaciones políticas y asistenciales de su padre y del hermano de éste —Eduardo Maluquer de Tirrell— le llevaron a posiciones de reformismo social, en las que se detecta un componente de liberalismo progresista junto a un trasfondo de catolicismo social. Para Maluquer, la actuación de las administraciones públicas había de superar los ámbitos de la beneficencia y del orden público —las más frecuentes en el siglo XIX— para entrar con decisión en la legislación laboral y social, entendidas como la fijación de derechos para el conjunto de los ciudadanos, regulados a partir del desarrollo de una rama específica del Derecho.
En el primer cuarto del siglo XX realizó un intenso trabajo para la difusión de la previsión social, tanto en su aspecto de fomento del ahorro popular, como en el de los seguros obreros de jubilación, enfermedad e invalidez, en ambos casos iniciados desde el sector privado, pero con la aspiración a una creciente intervención de la administración pública. En este sentido, escribió numerosos trabajos de opinión, desde la prensa y el libro; desarrolló una activa labor propagandística, con incontables conferencias en asociaciones de muy diverso tipo; asistió a congresos de actuarios y de previsión social, algunos de alcance internacional; inició una relevante actuación desde organismos públicos.
Su actuación pública en el ámbito de la previsión se inició en 1900. En aplicación de la Ley de Accidentes del Trabajo de este año, fue creado en el Ministerio de la Gobernación el cargo de asesor general de seguros, que ocupó Maluquer, organizando desde él el régimen de seguros previsto en la citada ley. En 1902 fue uno de los organizadores y secretario general del Congreso de Seguros Sociales de Bilbao, que dedicó una atención preferente a las pensiones de retiro.
En 1903 fue uno de los fundadores y miembro activo durante años del Instituto de Reformas Sociales (IRS), organismo que venía a suceder a la Comisión de Reformas Sociales, compuesto por miembros designados por el gobierno y por las organizaciones patronales y obreras, con la misión de analizar los temas sociales y laborales y de preparar proyectos legislativos al respecto. El Instituto intervino en la elaboración de leyes como la del descanso dominical (1904), tribunales industriales (1908-1912) y huelgas (1909), en la recopilación de datos estadísticos y en la publicación de numerosos trabajos.
Fue también uno de los organizadores de la Conferencia sobre Previsión Popular, celebrada en Madrid en 1904, con asistencia de representaciones de las diversas cajas de ahorros existentes. Partiendo de las conclusiones de la misma, formó parte de la ponencia creada en el IRS para el estudio de un organismo que actuara como caja central de seguros populares. De este grupo de trabajo salió el proyecto legislativo que daría paso en 1908 a la creación del Instituto Nacional de Previsión (INP). El nuevo organismo, también con representación del gobierno y de las organizaciones patronales y obreras, estaba concebido con entidad administrativa y fondos diferenciados del Estado, pero bajo la inspección de éste, con los objetivos de gestionar una incipiente seguridad social, inicialmente de carácter voluntario.
Maluquer fue consejero delegado del nuevo organismo, desplegando en él una gran actividad. Preconizó una regulación obligatoria de los seguros laborales en todos los sectores económicos, actuación que empezó a introducirse a partir de 1918.
En 1919, tras unos años de ausencia, se reincorporó al IRS, reorganizado en este año, en representación del INP. Sin embargo, tras la creación en 1920 del Ministerio de Trabajo, el primero pasó a tener unas funciones más consultivas, siendo disuelto definitivamente en 1924. Continuó su labor como consejero delegado del segundo.
Maluquer, que no llegó a casarse, vivió durante tiempo en Madrid con su hermano Manuel, ingeniero. Poseía la condecoración de Isabel la Católica y era miembro de numerosas corporaciones jurídicas y científicas de varios países.
Joan Palomas i Moncholí
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