Dirigida a todos los públicos.
Aforo. 40 personas. La realización de la visita requerirá un número mínimo de asistentes.
Reservas 976971926 y patiodelainfanta@fundacionibercaja.es
Duración. Cincuenta minutos.
Tarifa. 10 € por persona que se abonarán en el momento de la visita.(El pago se realizará en efectivo)
El público aguarda en la entrada de la exposición. Un hombre de cierta edad, y con lento caminar aparece por sorpresa y se acerca al grupo. Es Samuel Oliván, un personaje un tanto fantasmagórico, como salido de un grabado del siglo XVIII, con su alto sombrero de copa marrón, su llavero repleto de llaves enormes y un alto bastón. Él fue el último portero de la sociedad económica. Parece un poco malhumorado y sorprendido por la presencia del público. Pero quizás esta sea la última ocasión de contar su historia porque el nació allí, en las dependencias destinadas a los porteros, porque su padre ya era portero y su abuelo también.
Tiene poco tiempo y piensa aprovecharlo a conciencia, pero ¿cómo es posible que las gentes del siglo XXI apenas conozcan lo que fueron y supusieron las sociedades económicas?, ni siquiera la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País: su importancia, para qué nació, los logros conseguidos, la llegada de la primera mujer Dª Josefa Amar y Borbón, las trifulcas del Conde de Cabarrús -que pese a sus innegables méritos, la relación con su hija no era precisamente idílica- o las tareas y desvelos de la junta de damas por mejorar la sociedad.
Pignatelli, Goya o el Conde de Aranda, todos los notables de aquella época están presentes en sus relatos. Mientras recorremos los espacios de la exposición, D. Samuel va desgranando con fina ironía y humor inteligente los acontecimientos y hechos históricos vividos, las visitas ilustres, anécdotas, chascarrillos, intrigas y el día a día de hace doscientos años.
Y, sobre todo, el devenir histórico de esta institución que bajo el amparo y protección de Carlos III nació para el fomento de la economía, para difundir las nuevas ideas, de la Ilustración y para estrechar lazos entre las tierras de España.
Actor. Toño L´Hotellerie de Fallois, el hombre de las mil caras, con un sello personal inconfundible que pone en cada personaje el alma, lo da todo, y cuenta la historia como si a partir de ese momento no pudiera ser contada de otra forma.
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