Gimnasio de la mente. martes 11.30 h

Curso impartido por Maite Calero, psicóloga clínica.

El taller de iniciación a la gimnasia mental que les ofrecemos en nuestro centro, Gimnasio de la mente, es una forma de mejorar el funcionamiento cerebral.

Nuestros problemas mentales están relacionados con la atención, la memoria, la velocidad y las estrategias que utilizamos en el procesamiento de la información. A través de un programa de entrenamiento o psicoestimulación, es posible invertir los declives en las habilidades cognitivas y mejorar nuestro funcionamiento general.

Existen múltiples estudios científicos que han demostrado la eficacia de estos programas de estimulación intelectiva. Cualquier capacidad cognitiva es entrenable, igual que cualquier órgano en desuso, y es posible compensarla mediante un programa de psicoestimulación.

Este tipo de programas se compone de diferentes tareas, de lápiz y papel, distribuidas en bloques, a través de las cuales se incide sobre todas las capacidades cognitivas básicas, con objetivos y ejercicios específicos para mejorar cada una de ellas. Suele comenzarse con tareas sin demasiada carga intelectiva para posteriormente, de forma gradual, aumentar el grado de complejidad de los ejercicios.

Estos talleres no están únicamente enfocados a subsanar deterioros cognitivos sino también, y especialmente, a mantener funcionales las capacidades intelectivas en personas cognitivamente estables, ya que en un contexto de prevención, la psicoestimulación incide sobre las diferentes capacidades cognitivas mediante la resolución de ejercicios extrapolables a las actividades de la vida diaria, con la finalidad de potenciar y optimizar la cognición.

Público en general.

Favorecer la neuroplasticidad es el objetivo básico del entrenamiento, es decir, la respuesta que da el cerebro para adaptarse a nuevas situaciones, y la restauración del equilibrio.

Como objetivos generales, se propone:

• Mantener las habilidades intelectuales conservadas el máximo tiempo posible.
• Transferir los mecanismos activados durante las sesiones a las actividades de la vida cotidiana.
• Reducir la ansiedad que provocan los fallos intelectivos, aumentando así la autoestima.
• Crear un entorno rico en estímulos que facilite no solo el razonamiento y la actividad cognitiva, sino también las relaciones interpersonales.
• Reforzar las capacidades emocionales, evitar la desconexión del entorno y, en general, aumentar la calidad de vida.