Cómo detectar y acompañar conductas disruptivas en el aula

Es una realidad compartida por la mayoría de profesionales de la educación, que la construcción de espacios escolares seguros y protegidos es una cuestión de responsabilidad de todos los miembros de la comunidad educativa.

El fracaso o abandono escolar es uno de los problemas a los que últimamente se enfrentan muchos centros educativos de nuestro país. 

Esta problemática concebida como un proceso, tiene diferentes causas como son problemas de aprendizaje y problemas de conducta, entre otras. Dicho abandono significa un fracaso ya no solo del alumnado sino de la comunidad educativa en general.

Si nos centramos en los problemas de conducta y en la correlación e influencia que se ha demostrado que ejercen sobre la existencia de fracaso escolar, podemos incidir en la importancia de la prevención, detección y actuación de conductas disruptivas para intentar disminuir las cifras registradas de dicho fracaso. La aptitud del alumnado para el aprendizaje y el rendimiento académico es determinante en su progreso escolar.
Por ello, se pretende realizar un seguimiento efectivo y actuaciones tanto preventivas como de actuación de las conductas disruptivas observadas en las aulas, con la intención de disminuir éstas últimas, para lograr un clima escolar seguro, de convivencia positiva y orientado hacia el aprendizaje.

Coordinadoras y coordinadores de bienestar y protección en la comunidad escolar, así como docentes y participantes en el equipo de orientación de centros escolares de Aragón. 

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