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La crisis sanitaria de la Covid-19 ofrece a todos la oportunidad de crecer, crecer en responsabilidad, en sensibilidad social, en solidaridad, en generosidad, en humanidad. Ha hecho que tomemos conciencia de nuestra fragilidad, nos ha enseñado que podemos prescindir de lo innecesario y que son imprescindibles la sanidad, la investigación, los servicios sociales o la cultura. Ha puesto de manifiesto el extraordinario valor de la salud. Nos ha revelado la magnitud de la familia, de los amigos, de los encuentros, de los abrazos.
La crisis ha puesto también en evidencia desigualdades, situaciones de pobreza, de soledad, de exclusión, de abandono.
Nos necesitamos los unos a los otros, somos interdependientes. Tenemos obligaciones recíprocas, además de derechos individuales. Nadie debería quedar relegado, marginado, excluido. Ante un problema de implicaciones globales, solamente cabe esperar respuestasque contribuyan a aminorar el sufrimiento social.
Para poder avanzar se va a necesitar toda la capacidad moral y todo el capital ético de cada uno. Hoy más que nunca adquieren sentido palabras como empatía, justicia, responsabilidad y bien común. Todos tenemos una cuota de responsabilidad y la apremiante situación nos urge a pensar en nuestro bienestar y en el del prójimo teniendo siempre en cuenta la perspectiva de la dignidad humana. No se trata solo de asegurar que se cubran las necesidades mínimas, sino que los cuidados deben incluir también un necesario reconocimiento de la persona en sí misma y de su dignidad en todas sus facetas.
Intervienen: Jesús Morte, empresario, presidente del grupo Parque de Atracciones de Zaragoza y ex presidente de la CEOE. Pedro Herraiz, delegado de Aragón y La Rioja de la ONG Cooperación Internacional. Emilia Civeira, médico intensivista, coordinadora de voluntariado de Seniors en Red.
Moderadora : Gloria Frago, periodista de G&F Comunicación Integral.