Francisco de Goya

Han sido varias las ocasiones en que, a lo largo del tiempo, la Real Academia de la Historia ha abordado en ciclos de conferencias la historia de Aragón. Así, se ha estudiado la formación política de la Corona de Aragón durante los 600 años de Historia que van del siglo XII al XVIII o el significado político, institucional y simbólico de la Corona aragonesa en la configuración jurídico-pública de la Monarquía Hispánica.  En el último de estos ciclos, “Aragón en la Historia de España”, desarrollado entre 2020 y 2021 por Fundación Ibercaja y la Real Academia de la Historia, con la colaboración de la Institución Fernando el Católico, se recuperaron cinco momentos claves en la andadura histórica aragonesa, mostrando su profunda vocación española y universal.

El presente ciclo de Conferencias, organizadas nuevamente por Fundación Ibercaja conjuntamente con la Real Academia de la Historia, quiere poner el acento en personajes singulares que, desde su ascendencia aragonesa, recorren diferentes épocas y muy diversos ámbitos de actividad como el eclesiástico, el científico, el militar, el artístico o el pensamiento, pero cuya aportación a la historia de España y del mundo es incuestionable. La biografía, que estudia el nexo entre el individuo y su mundo circundante, es un elemento esencial para entender una época y una sociedad y a través de las semblanzas de estos aragoneses ilustres recreamos todo un conjunto de entornos históricos alrededor de sus respectivas figuras.

La tercera conferencia del ciclo se centra en el aragonés universal por excelencia, Francisco de Goya (1746-1828). La fascinación que la figura de Goya ha despertado desde el Romanticismo hasta nuestros días ha venido suscitando innumerables interpretaciones sobre su personalidad y, sobre todo, en torno a los significados e intención de su fecundísima obra, fundamentalmente en aquellos testimonios de su arte de carácter más íntimo y privado. Ello ha dado lugar a explicaciones, muchas veces sugerentes y originales, pero a menudo sometidas a la sensibilidad subjetiva de los criterios de cada momento historiográfico que se ha ocupado en desentrañar las claves de su arte, absolutamente único y revolucionario para su tiempo, que le elevan indiscutiblemente a la consideración de genio del arte universal de todos los tiempos.

La inabarcable dimensión de su arte queda patente con tan solo trazar un simple recorrido, -forzosamente esencial y sintético-, por su trayectoria como pintor, dibujante y grabador, en la que alternó algunos de los más importantes encargos artísticos oficiales de la España de su tiempo con una producción reservada a su círculo clientelar, familiar y afectivo más cercano, y aún a su producción más íntima y personal, plasmada tanto en pinturas como en una enorme cantidad de dibujos y estampas. En ellos daría rienda suelta a sus pensamientos más profundos, forjados en sólidas convicciones arraigadas de los ambientes ilustrados en los que formó su carácter, y permiten descubrir la complejidad y riqueza de una personalidad artística irresistible y arrolladora, que traspasa vertiginosamente los límites del tiempo en que vivió para erigirse en testimonio intemporal de un pensamiento libre, en pulsión constante y vigencia permanente, ante el que siguen sucumbiendo de forma irremediable las sucesivas generaciones que se acercan a la figura de este aragonés universal.

José Luis Díez es Doctor en Historia del Arte por la Universidad Complutense, del Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos del Estado. Ha sido Jefe de Conservación de Pintura del siglo XIX en el Museo Nacional del Prado desde 1990 a 2014 y Subdirector General de Conservación de dicho Museo entre 2002 y 2006. Es autor de numerosas publicaciones, entre las que destacan su libro Vicente López (1772-1850). Vida y obra. Catálogo razonado (1999), el Catálogo razonado de La pintura española del siglo XIX en el Museo Lázaro Galdiano (2005) y el de los dibujos del pintor Eduardo Rosales (1836-1873) (2007). Ha sido director científico del Catálogo General de Pintura del siglo XIX en el Museo del Prado (2015). En 2014 fue nombrado Director de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional. Es comendador de las órdenes de Alfonso X el Sabio e Isabel la Católica, caballero de las Artes y las Letras de la República francesa y Académico de Número de la Real Academia de la Historia desde 2010.