Edvard Munch, el grito existencial de la pintura. Aniversario de los 80 años de su fallecimiento

Edvard Munch es denominado el pintor de la soledad y la angustia. 

De alguna forma, retrató a la perfección al hombre moderno y su sufrimiento existencial, tan ligado al sexo como a la muerte. Pero su obra cumbre fue el “Friso de la vida”, donde abarca más temas: la angustia, el miedo, la enfermedad, la muerte, el beso, el grito o los celos. Plasmó sus experiencias más personales y emocionales. Fue precursor del Expresionismo alemán y de los expresionistas franceses.

Edvard Munch nació en Løten, Noruega. En su infancia, aunque se crio en una familia burguesa e intelectual, sufrió las pérdidas de su madre y hermana, viviendo atemorizado por un padre estricto y religioso. Inició la carrera de ingeniería, pero abandonó para empezar una carrera artística que bebía del simbolismo de Gauguin, Van Gogh o Caillebotte. Pronto es considerado el pintor más talentoso de su generación, después de su primera exposición con 20 años. Las becas proporcionadas por su país le permitieron varias estancias en París y Amberes donde absorbió todas las tendencias, experimentando constantemente.  

Fue un innovador al plasmar una pincelada libre y unos colores muy impactantes, siendo considerado por sus coetáneos un “artista radical”. Su estilo, muy personal y expresivo, nada naturalista, llamó la atención, y en vida fue muy reconocido.

Paralelamente vivió una existencia marcada por la soledad, la depresión y el alcoholismo que paradójicamente contribuyó a su creatividad. Esto le hizo ingresar en un sanatorio en 1908. Cuando se recuperó de la crisis se instaló en un pueblo costero viviendo absorto en su trabajo, dando un giro a sus pinturas con un carácter más alegre y positivo. Fue un excelente grabador, controlando perfectamente todas las técnicas. Tiene una gran colección de autorretratos, siendo un gran retratista y paisajista.

Dejó una ingente cantidad de obra, más de 1.200 cuadros, 18.000 grabados y más de 7.500 dibujos y acuarelas. Toda su obra la donó al estado noruego, el cual creó un museo monográfico en Oslo. 

Imparte

Sergio Muro (Zaragoza, 1974), es un gestor cultural, docente y creador de trayectoria internacional con múltiples espectáculos, festivales y exposiciones a sus espaldas. Licenciado en Historia del Arte, tiene master en Arts Management por la Universidad londinense Birkbeck y master en Gestión del Patrimonio Cultural por la Universidad de Zaragoza.

Ha sido finalista en la candidatura para ser el director artístico del MNCARS (Museo Reina Sofía) y recientemente para la dirección del Museo Picasso de Málaga. 

Ha comisariado más de 70 exposiciones, la más reciente: “Goya soñando a Goya –Los Disparates de Fuendetodos” en el Festival de Cine español de Nantes con el Instituto Cervantes de París.

Fue encargado del Pabellón Telefónica de las Artes en la Exposición Internacional del Agua 2008. Tuvo una empresa de gestión cultural ARTIX durante 10 años. Es asesor en diferentes programas de emprendimiento cultural en el IAF y Zaragoza Activa.

Como artista ha estado presente en varias ediciones de ARCO, ha pintado murales para la Unión Europea y ha expuesto en el IAACC Pablo Serrano. Tiene varios libros de referencia dedicados al arte y a la educación. Ha realizado múltiples talleres e intervenciones con jóvenes en la Semana goyesca de Zaragoza, en el Bicentenario del Museo del Prado para toda la red municipal de bibliotecas o en el aniversario de E. Munch en el Centro Ibercaja Actur.

Fotografía de Jorge Fuembuena ©